Seat León e-Hybrid

A prueba

Seat presume de que su León e-Hybrid es su primer PHEV fabricado por ellos, y no se refieren únicamente al diseño del mismo, pues el Mii, el primer eléctrico de la compañía, es en realidad un producto más del Grupo y no se terminaba de sentir como propio.

Este León e-Hybrid viene a completar una gama que ya ofrece versiones convencionales TSI y TDI, microhíbridas de 48V TSI y próximamente llegarán las TGI de GNC (gas natural comprimido).

Para el desarrollo de la nueva generación León se ha trabajado con la plataforma modular MQB en su última evolución EVO. El esquema mecánico de esta versión PHEV lo compone un motor térmico 1.4 TSI de 150 CV, otro eléctrico de 85 kW (115 CV), una caja de cambios automática tipo DSG de 6 velocidades y una batería de iones de litio de 13 kWh de capacidad bruta. La potencia combinada es de 204 CV. La batería se ha colocado bajo la banqueta trasera, por lo que se ha reubicado el depósito de gasolina bajo el piso del maletero. Así, el exceso de peso se ha centrado entre ambos ejes y además ha servido para bajar el centro de gravedad. Los maleteros de ambas versiones son los que sufren las consecuencias. El 5 puertas pierde 110 litros y sus 270 finales se antojan muy poco familiares. El Sportstourer cede 150, aunque sus 470 resultan todavía muy válidos.

El tiempo de recarga completa de la batería es de 5 horas y 48 minutos en el más simple enchufe domestico de 2,3 kW, o de 3 horas y 42 minutos mediante el Wallbox de 3,6 kW que Seat ofrecerá de serie, aunque la instalación corre a cargo del cliente. Por defecto, el León e-Hybrid arranca con el modo de propulsión eléctrico E-Mode siempre que la batería tenga un mínimo de carga, aunque se puede seleccionar a voluntad el modo Hybrid que alterna y combina ambos motores de la forma más eficiente. En este modo, se puede conservar un porcentaje variable de la batería para disponer de propulsión eléctrica cuando más interese. Y para casos excepcionales, se puede recargar la batería con el motor de gasolina. Los modos de propulsión son combinables con los de conducción: Eco, Normal, Sport e Individual que modifican las leyes del acelerador, la dirección y de la suspensión si cuenta con la amortiguación activa opcional.

En la pantalla táctil central (de 10 pulgadas) dispone de su propio gestor que permite controlar todas sus singularidades. También puedes bajarte una app a tu móvil y consultar o gestionar información o servicios en remoto. El cuadro de relojes Digital Cockpit de 10,25 pulgadas es de serie en el e-Hybrid y cuenta también con información específica sobre el estado de la batería, autonomía eléctrica, fases de recarga o propulsión, etc.

El ideal de los PHEV o plug-in es funcionar bajo propulsión eléctrica durante los cortos desplazamientos diarios tras una carga exterior y en los largos kilometrajes operar como un coche convencional, si bien nunca pierden apoyo eléctrico y su eficiencia puede salir también beneficiada.

En nuestra primera toma de contacto recibimos el coche con la batería al 90 por ciento de su carga, lo que traducido en kilómetros nos aportaba una autonomía eléctrica de 44 km (41 con la calefacción conectada a 22 grados). La conducción en modo eléctrico del León e-Hybrid resulta tan gratificante y fascinante como ya nos han mostrado todos los coches propulsados así. La ausencia de ruidos mecánicos (a baja velocidad deja escapar un silbido obligatorio para alertar a los peatones de la presencia del coche) y vibraciones y la espontánea y poderosa respuesta del motor realzan todavía más el gran tacto de rodadura y de conducción del León.

Por ciudad, avanza con sigilo y rapidez. Incluso desde parado, puede poner en aprietos al control de tracción. Puede alcanzar en modo eléctrico hasta 140 km/h, pero a velocidades elevadas su autonomía se reduce por momentos notoriamente. Aunque como suele pasar con este tipo de vehículos, el León e-Hybrid te conciencia para ser mejor conductor. Parece creíble que en trazados urbanos nos pueda ofrecer autonomías sobre los 40/45 kilómetros sin necesidad de ir a buscarlo.

En vías de circunvalación, con sus 115 CV eléctricos se mueve también con agilidad y confianza. Dispone de sensores que interpretan las situaciones del tráfico y al soltar el acelerador, puede avanzar por inercia o frenarse por la cercanía de otro coche, una curva, una rotonda o por exceso de velocidad. La retención inicial se produce por el efecto de la recarga de la batería generada por el propio motor eléctrico y muchas veces basta pisar o soltar el acelerador para moverse habitualmente sin apenas necesidad de presionar el pedal del freno.

Llegado a un nivel mínimo la batería, automáticamente pasa a funcionar en modo híbrido, donde el motor térmico asume la máxima responsabilidad, aunque el eléctrico también lo apoya en situaciones concretas. Por ejemplo, tras fases de frenada, la reaceleración se inicia con el empuje del motor eléctrico y por muchos momentos y metros puede volver a funcionar solo a base de watios. Esto influye mucho en los consumos de gasolina y sabiendo gestionar su funcionamiento, su eficiencia en carretera también puede salir a cuenta.

En cualquier caso, el 1.4 TSI (ya monta un turbo de geometría variable) ofrece muy buen empuje por sí mismo, con un bajo y medio régimen muy solventes que te proporcionan una aceleración constante, rápida y contundente. También por su propio funcionamiento, el 1.4 TSI resulta muy refinado. No falla tampoco el cambio DSG, rápido y suave, el cual interviene también cuando se desplaza el e-Hybrid solo con propulsión eléctrica.

En un corto recorrido de 33 kilómetros por autopista y vías de circunvalación con orografía favorable y al máximo de las velocidades legales, obtuvimos un excelente consumo medio de 5,1 litros. En modo híbrido alcanza 220 km/h y acelera de 0 a 100 km/h en 7,7 segundos. Las reacciones dinámicas del e-Hybrid no difieren de forma palpable de las versiones convencionales y en consecuencia su conducción resulta de muy alta calidad y eficacia. Es un coche cómodo, amplio, rápido, eficiente y que viene muy bien equipado en todos los aspectos.