Híbrido enchufable

Toma nota

Los híbridos enchufables (PHEV) están triunfando entre los usuarios, al ofrecer la mayoría de las ventajas de la electrificación y ningún inconveniente. Sus ventas crecieron un 262% en Europa (507.059 unidades) y un 213% en España (23.306 unidades) en 2020.

Un automóvil híbrido enchufable puede llegar a ser tan respetuoso con el medio y la calidad del aire de las ciudades como un eléctrico, si se recarga con frecuencia y solo se usa en modo eléctrico. En el polo opuesto, se comporta como un híbrido convencional si nunca lo enchufamos.

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Para aprovechar al máximo las posibilidades de un híbrido enchufable, tanto en términos de eficiencia como de rendimiento, hay que llevar la batería cargada. Eso implica [enchufarlo regularmente, una operación sencilla y que en poco tiempo pasa a formar parte de la vida de los usuarios, como cargar el móvil. Los PHEV tienen la ventaja de que el tiempo de carga, entre dos y cuatro horas (dependiendo del cargador), es menor que en un eléctrico al tener menos capacidad su batería.

Realizar una conducción suave

Por su suave y lineal entrega de potencia, los híbridos enchufables animan a su conductor a conducirlos con suavidad. Además, ya sea en modo eléctrico o cuando los dos motores funcionan a la vez, hay una buena cantidad de empuje y par disponible sin necesidad de pisar a fondo el pedal del acelerador.

Utilizar los modos de motor

Los híbridos enchufables suelen contar con distintos modos de motor para gestionar la carga de la batería de la forma más eficiente: EV, HEV y AUTO, que permiten circular tan solo con el motor eléctrico, o con la combinación de éste y el térmico, dando preferencia al uso de la energía eléctrica. El modo EV es el ideal para los recorridos urbanos, mientras que en carretera es más aconsejable utilizar un modo HEV (híbrido) en el que el vehículo gestiona la entrega de potencia de los dos propulsores, manteniendo el estado de carga actual de la batería (que podrá ser utilizada más adelante, por ejemplo, en un núcleo urbano). Por último, con el modo AUTO, el propio sistema selecciona el modo de conducción más eficiente (EV o HEV), adaptándose a la situación de conducción actual.

Uso de modos de conducción

Adicionalmente, esto se puede combinar con distintos modos de conducción, los más habituales son el ECO y el Sport. En el modo de conducción SPORT, ambos motores aportan el máximo potencial, lo que permite disfrutar de una experiencia más dinámica. En el modo ECO, obtendremos una conducción placentera y relajada, con el máximo ahorro de combustible y mínima contaminación.

Recargar de la forma más económica

Existen tarifas eléctricas para hogar pensadas para que la recarga de un coche electrificado sea más económica. Algunos modelos permiten elegir el momento en el que empezar a recargar, siendo recomendable, además, hacerlo en lugares donde la temperatura no sea muy fría.

Ahorrar energía en la climatización

El ahorro de energía puede darse incluso antes de empezar la marcha. Especialmente en épocas de clima extremo, es importante hacer uso de las nuevas tecnologías para preclimatizar el habitáculo mientras el coche está conectado a la red.

Aprovechar las ventajas del navegador

Cuando circulamos con la ayuda de una ruta del navegador, el coche gestiona de un modo más eficiente la energía al tener en cuenta parámetros del recorrido completo (por ejemplo, las pendientes ascendentes o descendentes que nos encontraremos, adaptando el estado de carga de la batería para que el motor eléctrico nos pueda ayudar de una forma más eficaz). También se puede usar el navegador para programar los puntos de recarga disponibles en mitad de ruta.