Invertir en megatendencias
- 28 julio, 2020
Invertir en “megatendencias” se está convirtiendo en una moda y en una opción interesante para diversificar carteras. Este tipo de inversión intenta aprovecharse de la velocidad de los cambios de comportamientos, valores y hábitos de consumo que se están produciendo en la sociedad para tomar posiciones en empresas que se vayan a beneficiar de ellos y que presenten un futuro de fuerte crecimiento. La mayor parte de estas tendencias tiene un importante impacto social, medioambiental y/o tecnológico.
A pesar de todo, la realidad no es tan sencilla: no todas las tendencias tienen un buen comportamiento en bolsa, y menos aún en el corto plazo. La mejor aproximación a las “megatendencias” es tratar de aprovecharse simultáneamente de la mayor parte de ellas.
En Mutuactivos, hemos elegido tres grandes tendencias como núcleo de nuestra inversión a largo plazo: la disrupción tecnológica, el bienestar y los cambios en los hábitos de consumo. Junto a estos, dos satélites: el cambio climático y la demografía. Hoy, nos centraremos en el área tecnológica.
En Mutuactivos, hemos elegido tres grandes tendencias como núcleo de nuestra inversión a largo plazo: la disrupción tecnológica, el bienestar y los cambios en los hábitos de consumo.
Futuro “teky”
La tecnología ha pasado a formar parte de nuestras vidas, transformando nuestros hábitos y la forma de trabajar. La pandemia de coronavirus ha supuesto, en particular, una gran oportunidad para la tecnología. Hay sectores enteros de la población que se han acercado a algunas tecnologías durante esta crisis y el resto ha acelerado su adopción.
La conectividad, el comercio online, la necesidad de redes más potentes y seguras, y la capacidad de almacenamiento probablemente han multiplicado su ritmo de crecimiento, generando grandes oportunidades. Cuatro megatendencias están, en concreto, en nuestro radar: inteligencia artificial, la nube, digitalización y fintech, y ciberseguridad.
La inteligencia artificial se presenta como un potente sector que pretende crear máquinas capaces de simular la inteligencia humana y que puedan interpretar los datos de información que se generan diariamente. El sector ya está avanzando a pasos agigantados con el big data, que también permite el tratamiento automatizado de la información.
Este tipo de inversión intenta aprovecharse de la velocidad de los cambios de comportamientos, valores y hábitos de consumoLa nube, por su parte, hace referencia a la capacidad que ofrecen algunas compañías de guardar información y datos lejos del domicilio físico del usuario, normalmente en Internet, y permite un acceso fácil y seguro desde cualquier lugar o dispositivo. En ocasiones, este término también hace referencia a servicios o software que se pueden ejecutar sin necesidad de instalación. La gran ventaja para el usuario es que permite una fácil integración y accesibilidad a un bajo coste, eliminando el gasto de mantenimiento local.
Digitalización, fintech y ciberseguridad
En mundo de las finanzas se está digitalizando y virando hacia el fintech de alguna manera: están aumentando los pagos digitales frente al dinero físico y se están creando nuevos negocios financieros digitales más eficientes. La tecnología está bancarizando el tercer mundo y ya está forzando la cooperación dentro del propio sector financiero.
Por último, en este mundo cada vez más digital, en el que no deja de aumentar el número de personas que trabajan desde casa, la seguridad informática o ciberseguridad es clave. Con tantos datos online y almacenados fuera de los propios servidores de las compañías, estas no se pueden arriesgar al daño reputacional que supondría la exposición de los datos de sus clientes, por tanto, están dispuestas a pagar cifras cada vez más altas para protegerse.
Sectores todos ellos con un futuro prometedor. Les seguimos la pista.