La cuarta revolución industrial, más conocida como la revolución tecnológica, ha permitido que, por medio de plataformas digitales, cualquier usuario pueda realizar diferentes operaciones financieras de manera online. Actualmente, todos podemos gestionar nuestros recursos monetarios con unos cuantos clics en nuestros smartphones, pero durante la práctica, ¿sabemos si contamos con soluciones tecnológicas seguras para mantener a salvo nuestro dinero?
A parte de indagar en materia, podemos reforzar nosotros mismos la seguridad para mantener nuestro dinero seguro mientras realizamos gestiones con él en el ámbito digital.
1. Aumenta los niveles de seguridad de forma manual. Recomendaciones básicas como no utilizar el mismo pin en los accesos de nuestras aplicaciones financieras, el código de desbloqueo de nuestro smartphone o la modificación periódica de contraseñas son conocidas por cualquier usuario. Para reforzarlo, es recomendable utilizar un gestor de contraseñas para que, no solo las recuerdes, sino que las generen seguras siempre que se necesite.
2. Nunca olvides seleccionar aquellas redes de conexión que sean seguras. Siempre debemos descartar aquellas redes públicas que no cuenten con el protocolo “https” y, en el caso de realizar cualquier operación financiera a través de las aplicaciones móviles, es de suma importancia cambiar la conexión Wi-Fi por la de tu operador.
3. Utiliza servicios de pagos digitales seguros. Hazlo siempre que realices una compra por internet. Estos servicios son cómodos, rápidos y seguros. Además, requieren de accesos como pueden ser las contraseñas, el reconocimiento facial o la huella dactilar para poder gestionar el pago de la compra online de forma segura. Algunos de los ejemplos más notorios son Google Wallet o Paypal, no obstante, la tecnología cada vez proporciona más opciones de calidad relativas a este punto.
4. No descartes duna tarjeta digital que englobe todas las de tu cartera. El mundo App te ofrecer distintas aplicaciones para hacer que todas tus tarjetas de créditos queden registradas en una sola digital. De esta forma, en caso de pérdida material o robo, puedes gestionar su uso o cancelarla con un clic.
5. ¡Cuidado con tu correo electrónico! Una de las maneras más fáciles de ser víctima de un ataque de phishing o spearphishing es a través de tu email. Por lo tanto, no abras ningún correo, archivo o link que introduzca un virus en tu móvil u ordenador y pon en práctica el refrán de “Ser precavido, vale por dos”.
6. Recibe notificaciones y hazte con un escáner de malware. Las alertas gratuitas te comunicarán si se está llevando a cabo algún movimiento sospechoso en tu cuenta y el escáner de malware eliminará cualquier software sospechoso que encuentre a su paso en tus dispositivos.
Aunque parece que el foco está puesto en la seguridad online, lo cierto es que el mundo “tradicional” no deja de realizar mejoras en relación a la seguridad para optimizarla y reforzarla a través, por ejemplo, de sensores de movimiento.