Desde que hablamos con asistentes como Alexa o Google Home y les damos órdenes como “sube las persianas todas las mañanas a las ocho”, “calienta el agua de la ducha a tantos grados”, “prepárame un café”, “muéstrame la cara de la persona que llama a mi puerta, aunque yo no esté en casa”, “pasa el aspirador a las 11 de la mañana”, “dime qué falta en la nevera”... estamos descubriendo que esta nueva tecnología, llamada domótica, nos está cambiando la vida a mejor.
Nuestros hogares están cada día más conectados. Ya disponemos de electrodomésticos que funcionan con Inteligencia Artificial y son muchos los que se preguntan si es fácil domotizar una casa, y qué ventajas tienen respecto a las analógicas. Se prevé que, para 2024, al menos el 20% de los hogares tengan algún dispositivo conectado, creciendo el sector un 300% en los próximos años.
Los expertos coinciden en que las casas inteligentes son más seguras, eficientes y confortables. Y que el uso de la tecnología es muy intuitivo y de manejo sencillo a través del uso de pantallas táctiles o teléfonos móviles. Tampoco son necesarias obras o reformas para que los aparatos se conecten entre sí, ya que lo hacen por WiFi. Y todos estos datos resultan especialmente interesantes para la población más mayor, que además puede vivir sola (en España hay más de dos millones de personas mayores de 65 años que viven solas). Así, se sentirían más seguros y acompañados y tendrían que realizar menos esfuerzo físico en las tareas de la casa y sufrir menos accidentes domésticos.
Por regla general, los usuarios comienzan demandando las funciones relacionadas con la gestión de la energía, es decir, control de la iluminación, climatización, ventilación… que, además de ser sinónimo de confort y eficiencia energética, aporta un ahorro económico que puede llegar hasta un 30 por 100 al año en la factura.
En alza está también la demanda de las funciones relacionadas con alarmas técnicas, controles de accesos y seguridad que pueden llegar a controlarse tanto local como remotamente y facilita el mantenimiento detectando las averías de forma inmediata. Lo cierto es que, según los expertos, el gran salto llegará con la tecnología de voz, cada vez más implementada en nuestras vidas a través de distintos asistentes aunque, a día de hoy, se emplea principalmente para escuchar música o buscar algún tipo de información.
Para empezar a tener un hogar inteligente es buena idea comprar un asistente de voz como Amazon Echo y Google Home, que cuentan con una amplia compatibilidad con diferentes dispositivos y te hacen muy fácil controlar las luces, el aire acondicionado o la TV solo con la voz. Alexa, por ejemplo, es compatible con más dispositivos domésticos inteligentes y habilidades de terceros, y Google lo es más cuando se trata de responder preguntas y conocer tu rutina.
Para adquirir los primeros dispositivos inteligentes, se recomienda buscar productos con la compatibilidad más amplia que pueda encontrar. Entre los favoritos se encuentran: bombillas que te permiten controlar luces individuales o grupos de luces desde tu teléfono e incluso pueden encenderse y apagarse automáticamente en función de tus necesidades. Como alternativa a las bombillas, se pueden utilizar interruptores inteligentes para controlar las luces ya integradas en su casa.
Otro aparato muy demandado es el termostato capaz de ajustar su aire acondicionado o calefacción según la hora del día o cuando se llegue a casa. Las cerraduras inteligentes que permiten bloquear las puertas desde el teléfono, o permitir el acceso temporal a un amigo o familiar, también están en alza, así como los timbres y cámaras que te muestran quién está en la puerta, incluso detectan el movimiento cercano y te envían alertas cuando no estás en casa y guarda las grabaciones en la nube para un acceso posterior.
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