Imagina llegar a casa y que las luces se enciendan automáticamente al detectar tu presencia, que el termostato ajuste la temperatura ideal según tus preferencias o que puedas controlar la seguridad de tu hogar desde tu móvil, estés donde estés. Estamos hablando de un hogar conectado, de la transformación de una casa tradicional en una inteligente.
Y esto es ya una realidad al alcance de cualquiera que busque comodidad, eficiencia y seguridad en su vida cotidiana. De hecho, se estima que para este 2025 habrá ya 3,8 millones de hogares inteligentes en España y el 82% de los españoles se plantea instalar dispositivos tecnológicos en su hogar en los próximos años.
Lo primero para tener un hogar domotizado es contar con un Smart Hub o, lo que es lo mismo, el cerebro y el corazón de tu casa inteligente. El Smart Hub (también conocido como puente o concentrador) tiene una función clara: conectar y coordinar todos los dispositivos para que trabajen juntos de manera fluida, independientemente de la marca o el protocolo de comunicación que utilicen (Wi-Fi, Zigbee, Z-Wave, etc.).
Este dispositivo centraliza el control, permitiéndote gestionar todo desde una sola aplicación o mediante comandos de voz a través de asistentes virtuales. Además, facilita la creación de automatizaciones complejas. Por ejemplo, puedes programar una escena llamada “Buenas noches” para que, al activarla, las luces se apaguen, las persianas se bajen y la alarma se active. Sin un Hub, o Matter para una conexión universal, cada dispositivo funcionaría de manera independiente, limitando las posibilidades de automatización y complicando la vida doméstica a sus usuarios.
Así que, cuando tengas instalados todos los dispositivos, es esencial configurarlos correctamente para aprovechar todo su potencial. Para ello, elige una aplicación centralizada compatible con tu Smart Hub para gestionar todos los aparatos desde un solo lugar. Y asegúrate de mantener todos tus dispositivos actualizados para protegerte contra posibles vulnerabilidades y bloquearlos con contraseñas seguras.
El siguiente paso para domotizar un hogar es planificar qué áreas quieres automatizar y qué funcionalidades esperas obtener. Para ello, debes preguntarte si lo que buscas es mayor seguridad, optimizar el consumo de energía, más comodidad y control remoto… De esta forma tendrás claras tus prioridades y evitarás gastos innecesarios.
La iluminación inteligente es uno de los primeros sistemas que pueden implantarse en un hogar con facilidad: bombillas inteligentes que permiten controlar la intensidad, el color y el encendido o apagado a distancia. Estos dispositivos suelen incluir funcionalidades adicionales como la programación de horarios a distancia o simular la presencia cuando no se está en casa, mejorando la seguridad. Más allá de la iluminación, cualquier dispositivo puede conectarse a un enchufe inteligente desde el que programar su horario de encendido o apagado a distancia, ideal para ahorrar energía al no dejar los electrodomésticos en stand-by.
Con la calefacción, la domótica también aporta ventajas. Un termostato inteligente ajusta automáticamente la temperatura según la rutina de cada hogar, optimizando el consumo energético. Al poder controlar la calefacción o el aire acondicionado desde el móvil, se puede configurar para que, al llegar a casa, ésta se encuentre en la temperatura óptima.
La domótica también puede ayudar a proteger el hogar. Con las cerraduras inteligentes se pueden abrir o cerrar las puertas desde el smartphone o a través de comandos de voz. Estos dispositivos ofrecen registros de acceso, lo que permite saber quién entra o sale de casa en tiempo real. Por otra parte, las cámaras con transmisión en directo y grabación en la nube monitorizan el hogar e incluyen sensores de movimiento y de apertura de puertas/ventanas que envían alertas al detectar actividad sospechosa.
Con la conexión de estos dispositivos a través de los asistentes de voz será aún más cómodo su configuración y uso cotidiano, permitiendo gestionar listas de compras, alarmas, recordatorios… Son muchas las posibilidades disponibles para crear un hogar inteligente pero, como señalábamos anteriormente, el primer paso es planificar qué se necesita y qué dispositivos harán posible esa automatización.
© Imágenes: Shutterstock.
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