El interruptor de luz clásico ha sido, hasta ahora, el mayor enemigo de la iluminación inteligente: si la fuente de alimentación de las lámparas se desconecta a través del interruptor convencional, no funciona el control a través de una app o de un asistente virtual. Y esto ocurre porque el acto de pulsar los interruptores de la pared lo tenemos automatizado tras tantos años repitiéndolo cada día, y dejar de hacerlo no es tan sencillo.
Sin embargo, hay dispositivos que permiten conectar los enchufes, como el que ha presentado Philips en la feria tecnológica CES 2021: se trata de un mecanismo que facilita que los interruptores de luz clásicos se pueden integrar en el sistema domótico del hogar.
En el caso de apostar por la luz inteligente, bastaría con instalar un módulo domótico detrás de los interruptores de luz clásicos de la casa y conectar su cable a la red del hogar. Así, los interruptores normales se transforman en “inteligentes” y se puede acceder a ellos a través de la aplicación o el control por voz.
Este tipo de módulos suelen ser pequeños: rondan los 43,3 x 38 x 10,2 milímetros. Logran unas dimensiones reducidas gracias a que utilizan como fuente de alimentación baterías de tipo botón, evitando tener que conectarlos a una fuente de alimentación.
Su principal contra es que, si hay varios interruptores en la habitación conectados al mismo circuito y se quiere continuar usándolos todos, se necesitará un módulo de interruptor de pared para cada interruptor de luz.
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