Hornos, frigoríficos, iluminación, televisión, temperatura de la casa… nuestras cocinas, dormitorios y salones son más listos que nunca pero ahora, el cuarto de baño puede coger la delantera con las duchas inteligentes. Livin Shower es un claro ejemplo de una ducha digital, que actúa por voz y, ¡lo mejor! no necesita ni un solo taladro.
En el mercado ya contábamos con duchas inteligentes, con controles de App y de voz a través de Alexa de Amazon o del Asistente de Google, como Moen y Kohler, ambas muy sofisticadas pero costosas y con necesidad de hacer obra en el cuarto de baño. Sin embargo, con Livin Shower solo se necesitan 15 minutos para adaptarla a la mayoría de los grifos monomando del mercado, y algo de maña.
Una vez instalada, solo hay que presionar un botón y la innovadora ducha, que integra la tecnología de software con un elegante hardware, hace que el flujo de la ducha se detenga en cuanto alcanza la temperatura ideal. Y una App en el móvil ayudará a controlar el uso del agua, la temperatura y la duración de la ducha.
La empresa de Livin Shower está ubicada en San Francisco (EE.UU.) y ha necesitado tres años de estudios, prototipos y financiaciones hasta conseguir un exclusivo algoritmo de control de temperatura que redujese el tiempo al máximo hasta alcanzar la temperatura objetivo y minimizar el desperdicio de agua al analizar los datos de la ducha sobre cómo se mapea la temperatura en relación con la apertura del grifo. Este sistema equivale a un ahorro de 30.000 vasos de agua al año.
Este novedoso control de ducha, con un diseño curvilíneo, limpio, acabado en blanco brillante y acero, cuesta 349 euros y puede guardar hasta 10 perfiles. También ofrece la posibilidad de conectarse a asistentes virtuales y Apps de música como Spotify o Apple Music mientras te duchas.
De esta manera, cada usuario del perfil activa la temperatura predeterminada de la ducha, su música favorita y la conexión a otros dispositivos, realizando un seguimiento de la temperatura de la ducha, el uso del agua y la duración de la misma. Y con un sólo toque se puede cambiar de canción desde la misma pantalla del mando de la ducha o parar y reanudar el chorro tantas veces como se quiera, sin perder la temperatura que nos guste y sin malgastar agua. No hay que olvidar que dejar el grifo abierto mientras nos enjabonamos supone un gasto extra de 20 litros de agua por ducha.
Si uno de los perfiles es para un bebé o niño pequeño, Livin Shower recomienda la temperatura ideal para esa etapa y aporta un "bloqueo de seguridad" para limitar la temperatura y evitar accidentes.
Otra prestación muy curiosa de Livin Shower es la Shower Recipe con la que podemos programar recetas de patrones para usarlas en el momento que nos venga bien. Por ejemplo, si programamos la receta Wake-up, el agua se irá enfriando gradualmente, de modo que resulte más fácil despejarse y comenzar la mañana con más energía. Quizá también se despierte en ti la necesidad de ahorrar agua en beneficio no solo de tu bolsillo sino de un consumo sostenible de los recursos del planeta y de seguir algunos consejos prácticos, sencillos y sabios.
