En Blog ÓN te contamos todo acerca de los nuevos bolardos flexibles.
Es muy habitual en casi todos los vehículos que circulan de forma habitual por ciudad presenten abolladuras, roces o faltas de pintura provocadas por algún bolardo que se ha escapado a la visión del conductor. Esto cambia poco a poco con la implantación en de los bolardos flexibles.
Este tipo de bolardo se aleja de la concepción habitual de los bolardos construidos a base de materiales rígidos como metal, granito y otros materiales pesados, por materiales de alta calidad que cumplen perfectamente la función de delimitar zonas peatonales o cerradas al tráfico.
Un ejemplo de este nuevo tipo de bolardos son los realizados por la marca Unimat Traffic, que están fabricados con poliuretano de alta calidad, lo que explica el nivel de resistencia tanto a los golpes como a la temperatura que presentan este tipo de bolardos, que llegan a resistir temperaturas entre los 80 y los -60 grados centígrados.
El funcionamiento de este tipo de elementos es sencillo. Tienen la capacidad de resistir impactos de gran fuerza sin romperse, de tal forma que en un primer momento ceden al golpe, aunque, en el momento en el que el vehículo se retira, terminan por recuperar su posición y estado inicial. Todo ello sin dañar a vehículos o personas.
Además de su capacidad de “reconstrucción” son mucho más resistentes que los bolardos de plástico o aquellos realizados con fibra de vidrio, ya que tienen mejor disposición para soportar los daños provocados por el tiempo y no se agrietan o rompen.
En cuanto a su instalación, se trata de otra de las ventajas de este tipo de bolardos. Apenas se necesitan cuatro tornillos expansivos y los orificios del bolardo ya están definidos desde fábrica, por lo que no es necesario medir para instalar. Simplemente se debe marcar y taladrar el suelo.
Tienen la capacidad de resistir impactos de gran fuerza sin romperse, de tal forma que en un primer momento ceden al golpe, aunque, en el momento en el que el vehículo se retira, terminan por recuperar su posición y estado inicial.
Aunque las bondades de este tipo de bolardos son muchas, todavía están en un proceso de implantación en las ciudades. Un ejemplo es Las Palmas que, según ha comentado su alcalde, cambiará todos los bolardos rígidos por este tipo de solución: "Todos los carriles bici de la ciudad llevarán bolardos flexibles y deformables", afirma Augusto Hidalgo, jefe del consistorio.
Los bolardos se presentan como una solución más en la seguridad vial para evitar daños tanto en vehículos como en usuarios. Otros ejemplos son los drones que en 2019 empiezan a utilizarse como radar en la circulación por carretera, o los pasos de peatones inteligentes que funcionan a través de luces led.