El Museo Elder de la Ciencia y la Tecnología de Las Palmas de Gran Canaria, enfocado en la divulgación científica a través de exposiciones interactivas, actividades educativas y eventos relacionados con la ciencia y la tecnología, ha inaugurado un nuevo prototipo de vivienda inteligente y sostenible.
José Gilberto Moreno, director del Museo Elder, asegura que se trata del primer Museo a nivel europeo que ofrece un hogar que pasa del ámbito de lo domótico hacia la Smart home completa y basada en la Inteligencia Artificial. Y añade que: “Lo que queremos enseñar en el museo es que la inteligencia artificial introducida en el ámbito doméstico y su ejecución en el día a día es ya un presente”.
El espacio es un prototipo de apartamento capaz de aunar, en sus 50 m2, dispositivos de mecánica, electrónica, software, robótica, hidráulica e inteligencia artificial para facilitar la vida cotidiana de las personas que la habitan, pero además cuida el entorno fomentando la sostenibilidad y la eficiencia energética.
La vivienda, que se puede visitar con dos pases diarios, consta de una sola planta, de 14×3,5 metros y distribuida en tres espacios bien diferenciados: un coworking, un dormitorio y un baño, que se transforman en cocina/comedor y sala de estar/salón automáticamente y en tiempo real gracias a las órdenes dadas a los dos asistentes virtuales de la vivienda. Y logrando, de forma inteligente, habilitar las diferentes estancias de trabajo, comida, descanso y recreo en función de las necesidades de sus habitantes.
Entonces, ¿de qué es capaz esta casa inteligente? En ella, encontramos dos mascotas robóticas, Watson e Io, dotadas de cámaras de videovigilancia que, además, pueden ayudar a realizar tareas cotidianas, como servir de carrito de la compra. Los asistentes virtuales pueden ayudar a gestionar la agenda de trabajo de los habitantes de este hogar y contribuir al confort, por ejemplo, ofreciendo un café si detectan que la frecuencia cardiaca del inquilino es baja, o regulando la temperatura y la luz a la actividad que se esté realizando en cada momento.
Esta tecnología está también al servicio de la salud: por una parte, el suelo es sensible al movimiento: continuamente monitoriza la actividad y puede avisar a emergencias si detecta la caída de una persona que se queda tendida e inmóvil en el suelo. La cama monitoriza el sueño, midiendo el ritmo de la respiración, las pulsaciones o la duración de la fase de sueño profundo. En el baño, el sanitario puede realizar análisis de orina para detectar si hay alguna anomalía. Y, en alimentación, la nevera ayudará a diseñar menús saludables aprovechando los alimentos que estén próximos a su fecha de caducidad.
Además, se han empleado materiales constructivos novedosos, que cumplen con exigentes estándares en materia de calidad estética, prefabricación, funcionalidad e higiene. Y cuenta asimismo con luces con detección de movimiento, cámaras de seguridad, dispositivos electrónicos para el control de la domótica, o un suelo inteligente que detecta movimiento, velocidad y temperatura, y que es capaz incluso de llamar a emergencias si detecta que alguien ha podido caerse.
Muchos de los elementos de la casa, diseñados por el propio equipo del recinto divulgativo, con impresoras 3D, ya ha llamado la atención y atraído la mirada de gigantes tecnológicos como Microsoft o Google y asistentes de inteligencia artificial como ChatGPT y, tanto unos como otros, están desarrollando investigaciones en esta casa inteligente.
Ha quedado claro que, más allá de querer convertirse en un atractivo más para el visitante, en esa faceta de divulgación que tiene el recinto, también busca servir como laboratorio de investigaciones que pueda acercar esta realidad a gran parte de la sociedad.
Blog ÓN
Comité de contenidos