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Las emisiones de CO2, junto al plástico de un solo uso, son las mayores fuentes de contaminación. Y, aunque no todos podemos comprar paneles solares o electrodomésticos Energy Star, sí podemos y debemos hacer pequeños cambios en nuestros propios hogares que ayuden a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero responsables del cambio climático que experimenta nuestro planeta de forma imparable.
Las rehabilitaciones sostenibles o bioclimáticas tienen como objetivo minimizar el consumo de energía a través de la elección de materiales y el uso de técnicas respetuosas con el medio ambiente. Esto también ahorra en las facturas de energía y proporciona un retorno de la inversión. Te damos algunas pistas.
1.- Usa pinturas más ecológicas.
Si tienes que pintar las paredes de tu casa, hay pinturas más ecológicas de las que se usaban antes y que están marcadas con la etiqueta ECOLABEL (Etiqueta Ecológica Europea), lo que asegura que son ecológicas. Se trata de unas pinturas con menor impacto ambiental en el ciclo de vida del producto y un bajo número de disolventes, además, no llevan metales pesados. Las pinturas plásticas al agua lisas en paredes y techos pueden ser sin plomo y sin compuestos orgánicos volátiles, algo beneficioso para el medio ambiente y la salud.
2.- Mejora el aislamiento de tu hogar.
Gran parte del calor y el aire acondicionado producidos en una casa se filtran por las ventanas y los marcos de las puertas, lo que aumenta los costos y hace que se consuma más energía. Una manera fácil de solucionar esto es aislarlos o instalar ventanas y marcos de puertas sellados.
3.- Doble acristalamiento y marcos de madera.
El mayor aislamiento en las ventanas, además de ahorrar dinero a largo plazo, también ayudará a reducir los costos de energía y a mantener el hogar bien aislado. Por otro lado, elige marcos de madera o aluminio mejor que de PVC; son igualmente resistentes y duraderos y menos contaminantes.
4.- Persianas y cortinas sostenibles.
Además de pensar en tener ventanas y marcos más ecológicos, también conviene ocuparnos de las cortinas y persianas de nuestro hogar, ya que nos ayudan a mantener el calor y el aire fresco afuera sin que se cuele en casa. Actualizar tus cortinas y persianas de materiales sostenibles nos ayuda también a usar menos el aire acondicionado.
5.- Compra muebles reciclados.
Cada vez llegan más muebles al mercado hechos de madera reciclada u otros materiales, que pueden ser más ecológicos que comprar nuevos. Son productos nuevos pero hechos cuidadosamente, a partir de materiales que de otro modo podrían haber ido al vertedero.
6.- Opta por techos bajos.
Si tu casa es de nueva construcción o puedes reducir la altura de los techos de tu casa, piensa que cuanto más bajos, mejor. La razón es simple. Esto reduce el espacio vertical en la casa y repercute en que los sistemas de aire acondicionado y calefacción requieran menos esfuerzo para climatizar las estancias.
Aunque sean más bonitos o estéticos los techos de 3 metros de altura, los de 2,40 o 2,50 metros son suficiente y, como ejemplo, en una casa de 100 metros cuadrados, esta reducción de la altura del techo supone entre 60 y 50 metros cúbicos menos de aire acondicionado.
7.- Revisa la instalación eléctrica y la iluminación.
Hace unos años era habitual instalar vitrocerámicas, hornos y termos de agua de gas natural o butano. Hoy en día, la preferencia es por placas de inducción, calentadores de agua y hornos eléctricos. La electricidad, al no provenir de la combustión del petróleo, es una fuente de energía mucho más limpia que las mencionadas anteriormente. Por eso, la mayoría de las reformas sostenibles pasan por sustituir la instalación eléctrica.
Esto también incluye la elección de los accesorios de iluminación. Desde el 1 de septiembre de 2018, las lámparas halógenas están prohibidas (Directiva UE 2015/1428). La solución más eficiente es optar por luces LED. Consumen muy poca energía y, aunque son algo más caras, tienen una vida útil extremadamente larga.
8.- Cultiva plantas.
Cultivar hierbas, flores, verduras, frutas y otras plantas en su patio trasero o en el alféizar de una ventana tiene muchos beneficios. Las plantas limpian el aire y proporcionan un hábitat para insectos polinizadores que son esenciales para todos los ecosistemas.
9.- Mantén las reparaciones de la casa localmente.
Y, por último, si tienes que realizar alguna reparación o reforma en tu casa, elige si es posible a algún profesional que no tenga que desplazarse muchos kilómetros para llegar a tu hogar. La proximidad, resulta mucho más ecológica.
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