¿Es seguro un hogar conectado?

Los hogares con luces inteligentes, timbres con cámaras de vídeo y demás dispositivos conectados (IoT) cuentan con grandes ventajas, pero también pueden ser foco de piratería y otras intrusiones e infracciones que podrían afectar nuestra seguridad y privacidad. 

Para cuidar esa tecnología conectada, ha surgido un nuevo programa de Connectivity Standards Alliance (CSA), el grupo detrás del estándar de hogar inteligente Matter, que propone una solución para reforzar la confianza de los consumidores: la Especificación de seguridad de dispositivos IoT de la CSA. Se trata de un programa que tiene como objetivo reforzar la seguridad y proporcionar una certificación de seguridad única y reconocida a nivel mundial para dispositivos IoT de consumo.

Esta iniciativa brinda a los fabricantes una solución integral para certificar sus dispositivos, permitiéndoles cumplir con múltiples regulaciones y estándares internacionales más fácilmente. Y si los gobiernos reconocen la marca PSV de la CSA, los fabricantes puedan pasar (siempre que cumplan con las especificaciones) por un solo proceso de certificación para vender en los principales mercados internacionales. Esto podría reducir el costo y la complejidad para los fabricantes y potencialmente brindar más opciones a los consumidores. 

Y estos, a su vez, sabrán cuando adquieran algún dispositivo doméstico inteligente conectado -como una cámara de seguridad, un termostato, un interruptor o una bombilla inteligente-, que están comprando un artículo que cumple con los requisitos para ayudar a protegerlo de hackers y otras intrusiones. Teniendo en cuenta que la seguridad es un importante factor de compra para los consumidores, un indicador tan simple y fácilmente identificable como la marca PSV hará que los clientes puedan sentirse más seguros y protegidos.

En el dispositivo que se adquiera, aparecerá junto con la marca PSV una URL impresa o un código QR desde el que los consumidores podrán acceder a más información sobre las características de seguridad del dispositivo.

En la creación de este programa de certificación han colaborado más de 200 empresas dedicadas de alguna manera a la domótica, como Amazon, Google, Silicon Labs, Schneider Electric o Philips, todas ellas miembros de CSA. El sello de la Especificación de seguridad de dispositivos IoT 1.0 marca un importante hito en el refuerzo de la seguridad de esta tecnología y la generación de confianza con los consumidores. Según comentaban desde CSA, “al reunir diversas regulaciones internacionales en una especificación cohesiva, el Programa de Seguridad de Productos agiliza el proceso, reduce la redundancia y proporciona a los fabricantes una vía singular y respetada para certificar sus dispositivos a nivel mundial”.

Para obtener la marca PSV, los fabricantes de dispositivos domóticos deberán justificar y enviar pruebas a un laboratorio demostrando la seguridad de su tecnología. En dicha certificación, se tendrán en cuenta requisitos como que cada dispositivo IoT cuente con una identidad única, que no se utilicen contraseñas predeterminadas codificadas, el almacenamiento seguro de los datos, la frecuencia de actualización del software o la documentación pública sobre seguridad.

En resumen, este sello (PSV) proporcionará a los consumidores una forma confiable de identificar y seleccionar dispositivos para sus hogares que hayan sido evaluados y certificados como seguros por parte de una autoridad en seguridad informática, como la CSA. Esto ayudará a aumentar la confianza de los usuarios en la seguridad de sus dispositivos del hogar y a mejorar la protección contra posibles riesgos cibernéticos; unos ciberataques para los que cada vez tenemos más información y herramientas para detectarlos.

© Imágenes: Shutterstock.

Mutua Madrileña no se hace responsable del producto objeto de la presente entrada ni de las consecuencias de cualquier acción realizada en base a la información proporcionada. Esta información, obtenida de fuentes públicas, no supone, en absoluto, una recomendación de compra ni garantiza la calidad, disponibilidad y/o accesibilidad de los productos indicados.