Uno de los lugares que causa mayor miedo a la hora de sufrir daños es el hogar. En él, tanto riesgos externos como descuidos pueden significar la pérdida de elementos de valor tanto material como sentimental. Algo que, en muchos casos, puede evitarse a través de un buen aislamiento de la vivienda.
Cada vez es más frecuente que el mercado de la domótica nos ofrezca diferentes herramientas que sirvan tanto para la protección de los hogares como para la detección de anomalías que puedan provocar algún incidente. Actualmente, existe una amplia gama de cámaras de vigilancia para monitorear cualquier espacio, diferentes sistemas que nos ayudan a detectar los escapes de gas e incluso, echando un vistazo a propuestas especialmente innovadoras, las Smart home para controlar el hogar en tiempo real o el todo en uno en sistema de seguridad, Somfy One, son una realidad que ya está al alcance de todos los usuarios.
No obstante, en ocasiones, uno de los riesgos más importantes que pasamos por alto es que en nuestra vivienda se pueda producir algún incendio. Incidencias como averías en aparatos y sistemas eléctricos son las causas más comunes para originar una deflagración. Si bien, es fundamental instalar medidas antiincendios como detectores de humos y alarmas específicas, otra de las medidas relevantes a tener en cuenta para la seguridad contra el fuego son los materiales ignífugos y de aislamiento.
Estos tipos de materiales consiguen, gracias a su diseño y composición, resistir perfectamente cualquier tipo de incendio. Su funcionalidad consiste en actuar como un “corta fuegos” y sirve como base para diversos elementos de la casa. De este modo, detienen la llama y protegen las estructuras que recubren. Este sistema permite que, en caso de incendio, las estructuras que sustentan la casa no se deterioren y, por lo tanto, no sea necesario preocuparse de la reconstrucción en caso de un incidente grave.
Hay multitud de tipos de materiales ignífugos que, además sirven de aislantes acústicos. Principalmente, destacan:
·Lana de roca. Un aislante térmico sonoro y contra el fuego. Este producto estrella garantiza su eficacia.
·Hormigón. Uno de los más resistente al fuego que, incluso, hace posible la extinción del fuego.
·Vidrio resistente. El vidrio garantiza la entrada de oxígeno, un elemento que provoca que el fuego se avive. Gracias a esta sustancia resistente, la propagación se retrasará y facilitará que puedan apagarse el fuego lo antes posible.
·Espumas ignífugas combinadas con paneles incombustibles. Una composición perfecta acabar con la combustión.
Además de estas soluciones más habituales, también existen propuestas innovadoras en este ámbito. La empresa de Combustión ECO ha desarrollado hyperin, un producto muy similar al hormigón que, gracias a su composición, actúa como un aislante térmico y acústico siendo capaz de soportar el fuego 240 minutos y que, además, es ecológico.