Este tipo de enseñanza virtual se define por una serie de pautas, entre las que destacan la accesibilidad (se puede optar a una de estas plataformas de enseñanza virtual desde cualquier lugar), la adaptabilidad, ya que la formación es modulable en función de las necesidades del estudiante, o la reutilización. Además, otra de las peculiaridades de la enseñanza online suele ser el uso de sistemas de gestión del aprendizaje, como por ejemplo de Moodle o Blackboard, herramientas diseñadas para ayudar a los educadores a crear comunidades en línea.
Acceder a estas plataformas de enseñanza virtual es muy sencillo: basta con matricularse en el curso en el que estamos interesados y dejarse llevar por las pautas que recibiremos convenientemente. La enseñanza es flexible y modulable al ritmo y horario del alumno. Por lo general, los cursos online ponen a nuestra disposición un tutor que nos irá orientando y resolviendo todas las dudas y problemas que tengamos. Y, por supuesto, en su finalización otorgan un diploma con la titulación correspondiente, lo que lógicamente puede (y debe) añadirse al currículum.