El acoso escolar es un problema que, por desgracia, sigue afectando a muchos jóvenes hoy en día, y evitarlo es un deber de todos. Por eso, la empresa KIO-Al, en colaboración con la incubadora de la escuela de negocios ESIC, ha desarrollado un robot humanoide que ayuda en la sensibilización de este problema tan presente todavía en escuelas de toda España.
El proyecto fue presentado en el Simposio Internacional de Innovación Aplicada organizado por la universidad ESIC Business & Marketing School en Valencia. El robot, denominado Snow tiene algo más de un metro de altura, una pantalla redonda que hace de cara y una capacidad memorable para hacerse con los niños, es capaz de detectar casos de bullying entre jóvenes de 8 a 16 años.
La iniciativa se enmarca en el proyecto Watsomapp, liderado por IBM, que utiliza la inteligencia artificial para analizar los perfiles psicológicos de alumnos que componen una clase para prevenir casos de acoso e intervenir antes de que se produzca.
¿Cómo realiza la intervención Snow? El robot basa su trabajo en el análisis de conductas a través de juegos. De esto modo, Snow lanza una prueba entre los compañeros, para ver cómo organizan, actúan y resuelven el juego en grupo. En apenas unas pruebas, el robot es capaz de identificar el perfil de cada joven alumno, detallándolo con un amplio grado de detalle.
Los datos recogidos por Snow son analizados de forma inteligente en un proceso de aprendizaje que va detectando nuevas conductas. Como la potencia del programa es la posibilidad de poder rehacer análisis y medir la evolución de la situación, en paralelo los datos también ayudan un equipo de psicólogos y matemáticos para calcular las estadísticas y elaborar informes para poder analizar en profundidad el impacto del acoso, identificar la tipología de los casos y los momentos en los que se debe intervenir.
El robot Snow está preparado para operar en múltiples situaciones, tanto si la intervención implica un trabajo grupal como individual. Según los desarrolladores del proyecto, Snow permite ver las reacciones naturales de los niños que las que pueden tener ante un profesor u otro compañero, ya que lo consideran un “robot amigo”.
En la actualidad, KIO está trabajando con 6000 jóvenes y los primeros datos son ciertamente preocupantes. Parece que un 10 % de los chicos que han intervenido hasta el momento en el programa sufre algún tipo de acoso.
Unos resultados que mantiene la línea de resultados del último estudio sobre acoso escolar realizado por Fundación Mutua y Fundación ANAR las edades en las que más se concentra el bullying es entre los 10 y 13 años, y lo sufren casi por igual, chicos y chicas.
Con estos datos se pone de manifiesto la necesidad de actuar contra el acoso escolar, aunque medidas como las charlas de sensibilización en las escuelas o la ayuda de la tecnología como es el caso Snow o aplicaciones como Parental Click, ayudan en la erradicación de este lastre que afecta a todo el país.