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La inteligencia artificial en pocos meses ha sido la protagonista de descubrimientos más propios de la ciencia ficción. Ejemplo de ello son Brain to vehicle de Nissan, que permite leer la mente del conductor y anticiparse a sus movimientos, la interfaz P300 con la que se puede componer música con el pensamiento, o reproducir los sonidos de las ciudades a través de Imaginary Soundscape.
La última gran novedad, sin embargo, nos lleva más allá. En el MIT, un equipo de científicos ha desarrollado unos auriculares que, según aseguran, es capaz de hablar a un ordenador sin necesidad de usar palabras ni sonidos. El dispositivo no lee la mente, pero el efecto es casi el mismo, ya que es capaz de interpretar los gestos de la cara que se hacen al pensar en palabras.
Los creadores de este dispositivo, llamado AlterEgo, se basan en la idea de que cada persona tiene un “acento” diferente en sus gestos o lenguaje no verbal. De hecho, para iniciar el proyecto, el equipo de Arnav Kapur, responsable del proyecto en el MIT, analizó qué puntos de la cara son el origen de las señales neuromusculares más fiables. A partir de ahí, se realizaron experimentos con usuarios para subvocalizar las mismas series de palabras a través de electrodos.
Con el proyecto final han conseguido que AlterEgo, para poder identificar y asimilar los gestos de la cara, necesite solo de una calibración de 90 minutos de uso intensivo para medir la actividad de la mejilla, la mandíbula y la barbilla. Después de este tiempo, solo necesita de 15 minutos más de “asimilación” para ofrecer un 90% de precisión para poder trasladar los pensamientos del usuario de forma correcta.
Según el propio Arnav Kapur, el objetivo era “construir una plataforma informática que favorezca una fusión entre humanos y máquinas, de manera que podamos considerarlas una extensión de nuestra propia cognición”.
AlterEgo es un dispositivo portátil que incluye unos auriculares de conducción ósea que transmiten vibraciones a través de los huesos de la cara hacia el oído interno. Una solución que, además, no obstruye el canal auditivo por lo que permite que el usuario pueda captar sonidos externos sin problema alguno.
Su funcionamiento se basa en un sistema informático que está directamente conectado con Google para poder recoger la información que precise. A través de un complejo método basado en neurociencia, conecta las partes del cuerpo antes citadas con el programa para analizar los datos mediante electrodos. Además, cuenta con un aprendizaje, de tal forma que con el tiempo es capaz de aprender nuevas palabras, que se añaden a su vocabulario actual de 100, y permiten asociar determinados gestos con palabras específicas.
La revolución que representa AlterEgo es la de ofrecer una experiencia que permita la comunicación sin barreras. Un invento que podría compararse incluso con el sistema que, durante años, el propio Stefen Hawking utilizó para poder relacionarse con el mundo pero a través de un dispositivo reducido a la mínima expresión.