Para poder cumplir planes y plazos cuenta con varias entidades que exploran la posibilidad de establecerlas. La más fundamental es ICON, una empresa con sede en Texas (EE. UU.) que ha desarrollado tecnologías innovadoras de impresión 3D para construir viviendas en la Tierra (en 2019 fabricó la primera comunidad impresa del mundo en América Latina) y que ya está explorando cómo adaptar esta tecnología para la construcción lunar. De lograrse sería un nuevo gran paso para la humanidad y para la colonización y exploración sostenida de la Luna.
Aunque estos planes pueden cambiar debido a muchos factores, lo cierto es que, de momento, ICON ya recibió 30 millones de dólares en fondos de la NASA en 2020, y ha recibido otros 57,2 millones adicionales en 2022, para desarrollar un sistema de construcción fuera del mundo, el llamado Proyecto Olympus. A través de este proyecto, la empresa tejana está trabajando para desarrollar una impresora 3D que pueda fabricar edificios con hormigón elaborado a partir de astillas de roca, fragmentos minerales y polvo fácilmente disponibles en la superficie lunar.
La impresora 3D Olympus, de construcción espacial, será controlada en la Tierra por técnicos expertos en construcción espacial. Y, según un informe elaborado por The New York Times, el peso es un factor clave: cada kilogramo adicional de peso en un cohete lunar cuesta alrededor de 1.000.000 de dólares. También se dice que la alta radiación y la menor gravedad plantean desafíos importantes.
El Centro Marshall de Vuelos Espaciales de la NASA, con sede en Huntsville, posee más de una docena de cámaras de prueba que pueden imitar las mismas condiciones de radiación y vacío térmico de entornos no terrestres. Y la impresora 3D de ICON se someterá a pruebas dentro de la mayor de estas cámaras en febrero de 2024.
Por otra parte, los científicos de la NASA también están desarrollando un hormigón lunar simulado que puede imitar el material a base de polvo lunar (capaz de resistir temperaturas de 1870º C), mientras se realizan pruebas en la Tierra.
La misión de ambos, NASA y ICON, es crear casas que no sólo sean adecuadas para los astronautas de la NASA, sino que también puedan ser utilizadas por ciudadanos comunes, con el objetivo a largo plazo de crear una colonia humana permanente en la Luna y eventualmente en Marte. Para asentamientos humanos y autosuficientes a largo plazo en el planeta rojo ya se han desarrollado concursos de ideas como el que propuso en su día The Mars Society, una organización estadounidense impulsada por voluntarios de todo el mundo para promover la exploración y colonización en Marte.
La NASA también está trabajando con universidades y empresas privadas que fabriquen muebles y prototipos de diseño de interiores construidos en la Luna. Por ejemplo, ha colaborado con investigadores de la Universidad de Stanford, quienes lograron separar minerales en suelo lunar sintético para fabricar baldosas que podrían usarse en cocinas o baños.
Después de que Artemis I dio la vuelta a la Luna con éxito en 2022, Artemis II está programado para enviar una tripulación de cuatro humanos a la órbita lunar en noviembre de 2024. A esta misión le seguirá en 2025 Artemis III, que llevará humanos a la Luna por primera vez desde 1972. Se planean dos misiones tripuladas adicionales antes de que finalice la década, y se espera que la construcción impresa en 3D con base lunar esté en funcionamiento para 2040.
Jason Ballard, cofundador de ICON, asegura que: “Para cambiar el paradigma de exploración espacial de 'ir y volver' al de 'allí para quedarse', necesitaremos sistemas robustos, resilientes y ampliamente capaces que puedan utilizar los recursos locales de la Luna y otros cuerpos planetarios. Nos complace que nuestra investigación e ingeniería hasta la fecha hayan demostrado que tales sistemas son realmente posibles, y esperamos hacer realidad esa posibilidad”.
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