Uno de los momentos del día a día donde Murphy está más presente es en aquellos en los que la batería del móvil decide apagarse. Basta tener la necesidad de enviar o contestar a una llamada o un WhatsApp para que el Smartphone se apague. Esto es algo que lleva acompañando al móvil desde sus inicios y que, a pesar de crecer en prestaciones, los Smartphones no han podido mejorar la autonomía de los terminales, si no, en muchos casos, empeorarla.
La última edición el Mobile World Congress celebrada en Barcelona ha sido el escenario elegido por diferentes fabricantes para presentar las prestaciones del nuevo tipo de baterías externas desarrolladas poniendo especial foco en los móviles.
La tendencia en la evolución de baterías es la sustitución del tradicional litio por el grafeno, un material mucho más resistente que podría conseguir que olvidásemos la recarga de nuestro terminal casi de forma indefinida y que, además va muy en línea con las últimas tendencias del trabajo en móviles plegables, ya que el grafeno es un material que puede doblarse.
El mayor ejemplo de la evolución de este tipo de baterías es el móvil conocido como Zapatófono presentado por Energizer, y que se corresponde con el modelo Power Max P18K con una capacidad de 18.000 mAh. Para entender la capacidad de su batería, un modelo actual de Smartphone utiliza las de entre 3200 y 3400 mAh. Con este tipo de batería, el móvil permite estar hasta 50 días sin necesidad de enchufar el teléfono a ninguna corriente, aunque, como bien indica su apodo, el tamaño y grosor del terminal lo hacen de todo, menos móvil.
Otro ejemplo es Goui, una compañía procedente de Dubai que, sin llegar a las dimensiones del modelo de Energizer, presenta baterías con capacidades de hasta los 20.000 mAh, y, sobre el grosor de la batería, comentan que podría ser más fina pero que se calentaría de manera más rápida.
Más allá del Mobile World Congress, muchos han sido los que han querido dar un paso más en la autonomía de los teléfonos. Algunos como científicos de las Universidades de Michigan y Cornell han conseguido salir del grafeno para adentrarse en la investigación con materiales multiferroico magnetoeléctrico que permitiría cargar el móvil apenas cuatro veces al año.
Más cerca de la realidad está el desarrollo realizado por la Universidad de Nottingham que, hace unos meses, anunciaba la posibilidad de crear ropa con pequeñas placas solares que permite poder recargar el Smartphone en cualquier momento y evitar apagones de teléfono en momentos inesperados y de necesidad.