Holoride, una startup creada por Audi, se ha asociado con Ford y Universal Pictures para vivir por primera vez una experiencia de realidad virtual abordo del coche y con el vehículo en movimiento. Cuando la startup presentó el concepto, definió la idea como “un viaje perfectamente sincronizado con el movimiento a través de mundos virtuales”. De hecho, este proyecto no solo busca entretener a los pasajeros, también se centra en presentar soluciones para la relajación en el automóvil.
La experiencia, gratis para el gran público entre los días 14 de octubre y 9 de noviembre y basada en la película de 1935, La novia de Frankenstein, fue hiperinmersiva. En los asientos traseros, con los cinturones de seguridad abrochados, los ocupantes del nuevo SUV Ford Explorer, se colocaron unos auriculares VR, y pasaron entre cinco y 10 minutos recorriendo el área de Universal CityWalk en Hollywood mientras explotaban fantasmas y ayudaban a la Novia de Frankenstein a entregar un paquete a su amado.
El proceso que sigue Holoride es el siguiente: tras la inmersión de los pasajeros en el entorno virtual, Holoride toma datos del automóvil, incluidos el GPS, la velocidad del vehículo, la ruta de navegación, el ángulo de conducción y la fuerza gravitacional de la aceleración, y la información de dirección para que la experiencia de RV coincida con el viaje real en el que se halla el conductor, con su estilo de conducción y su ruta, de forma que los viajes se vuelven elásticos; es decir, que acaban cuando se llega a destino, ni antes, ni después.
Con este método de trabajo se busca la sincronía total de movimientos de forma que si, por ejemplo, el vehículo está tomando una curva, el coche en el que viaja el pasajero de forma virtual también cambiará de dirección. En consecuencia, los usuarios experimentan la inmersión máxima en un mundo de ficción y en tiempo real. Y, al combinar lo que se ve con lo que se siente, se reduce la cinetosis y, por tanto, se evitan los mareos y nauseas que muchos pasajeros padecen si van leyendo o viendo películas durante los viajes en coche.
Nils Wollny, director ejecutivo de Holoride, aseguró que quiere cambiar la experiencia del pasajero de “¿ya llegamos?”, a: “¿tengo que parar ahora?”, porque “el tiempo que se pasa usando la tecnología Holoride es de puro disfrute”.
La realidad virtual aplicada a conductores de vehículos está viviendo un boom con propuestas como la de Kia Motors, que con su sistema de conducción que permite conocer el estado de ánimo de los pasajeros, el y adapta la conducción a las emociones en tiempo real y basado en la Inteligencia Artificial, o el sistema HUD de WayRay que permite ofrecer más información a través del parabrisas.
Desde que se fundó en 2016, Holoride ya ha logrado asociarse con firmas como REWIND (que comenzó con el primer configurador de vehículos VR completamente interactivo del mundo para Lexus en 2014 y es impulsora de la innovación para las marcas más grandes del mundo, como Red Bull, Jaguar, Rolls-Royce e Infiniti), Mackevision (la compañía desarrolló efectos especiales para Juego de Tronos y varias producciones de Netflix) y Schell Games (ha producido una increíble variedad de experiencias educativas y de entretenimiento innovadoras y galardonadas, incluidas algunas de las atracciones de parques temáticos interactivos más populares del mundo).
El director ejecutivo de Schell Games, Jesse Schell, lo ha definido como “el mejor videojuego que hayas jugado combinado con un paseo en un parque temático. Es una sensación sorprendente que pueden transformar las largas horas de congestión de tráfico en algo útil como vuelos con drones a través de una ciudad futurista, viajes a través de momentos históricos en el tiempo, documentales o aventuras submarinas...
Para 2021, Nils Wollny, CEO de Holoride, ha comentado que imagina ya estandarizado que las personas puedan acceder a un mundo virtual cada vez que viajen en coche, independientemente de la marca en la que estén sentados y de si se trata de coche particular, vehículo de transporte compartido o transporte público. Lo importante es agregar una experiencia de esta índole a la vida cotidiana. Y más sabiendo que algún día en un futuro no muy lejano, todos seremos pasajeros.
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