Conoce el dispositivo que utiliza tecnología háptica para sentir las cosas sin tocarlas

Sentir sin tocar. Parece un deseo extraído de una película de ciencia ficción. O cosa de magia. Pero no. La expresión resume, más bien, el objetivo de la tecnología háptica, que se está poniendo tan de moda en estos momentos. ¿En qué consiste exactamente?

La tecnología háptica, en la que trabajan numerosos investigadores alrededor de todo el mundo, aborda el diseño de dispositivos que permiten a los usuarios percibir sensaciones en sus manos sin necesidad de tocar nada, mediante un simple reconocimiento de gestos. 

¿Cómo es posible? Mediante el desarrollo de unos altavoces ultrasónicos, que proyectan en el aire unas ondas cuya frecuencia está por encima de la capacidad de audición del oído humano. En realidad, dichos altavoces cuentan con transductores ultrasónicos que convierten la señal eléctrica a frecuencias en una señal de presión acústica que se propaga por el aire (dichos transductores ultrasónicos son similares a los que se utilizan en los sensores de aparcamiento de vehículos, que avisan del riesgo de colisión). Todo, no obstante, gracias a un complicado desarrollo tecnológico de reconocimiento de gestos, en el que hoy día están trabajando ingenieros de todo el mundo.

Esas ondas de frecuencia ultrasónica son, precisamente, las que permiten que una mano tocando el aire perciba el sonido como una sensación táctil. Para ello, unas cámaras con sensores de movimiento rastrean continuamente la posición y la actividad de la mano. También entran en juego unos algoritmos, que se encargan de indicar al dispositivo la clase de sensación que debe crear y en qué coordenadas, en tres dimensiones.

En definitiva, el dispositivo se encarga de emitir mediante los altavoces ultrasónicos unas ondas y vibraciones que son las que imprimen una fuerza determinada sobre la mano del usuario, que percibirá una sensación táctil con una textura determinada. Esta tecnología háptica permite, además, realizar una configuración abierta del dispositivo, con lo que cualquier usuario puede codificar sus propias aplicaciones.

Tecnología práctica

El desarrollo rápido de la tecnología háptica se está realizando dadas las múltiples utilidades que se le atribuyen: entre otras cualidades, esta innovación puede ser útil para mejorar la conducción, mediante la realización de controles de circulación, y la higiene en hospitales y otros servicios públicos, además de ser útil y permitir ahorrar con funciones como el encendido o apagado de aparatos eléctricos a distancia.

En el ámbito de la automoción, el reconocimiento de gestos permite conectar el regulador de velocidad, sólo moviendo la mano, sin necesidad de que el conductor quite su mirada de la carretera.

En el campo de la sanidad, el sistema impide la transmisión de virus entre aparatos al no producirse contacto. Los botones de un ascensor tampoco contagiarían bacterias de otro usuario anterior.

La tecnología háptica ofrece también grandes utilidades en domótica: el encendido del alumbrado, la calefacción, etc, podrían realizarse gracias a estos sistemas en pleno desarrollo en estos momentos.

Basta pasar la mano por el aire para que se produzcan sensaciones táctiles sin estar tocando nada. Una tecnología innovadora, en pleno proceso de mejora, que se suma a otras como el sistema brain to vehicle capaz de leernos la mente, la tecnología Canto para prevenir atropellos… El futuro se sigue escribiendo en clave de innovación.