Compartir
A la hora de comprar un coche suelen surgir varias dudas, aunque el objetivo siempre suele ser el mismo: encontrar el mejor coche, el que vaya a tener más rendimiento. Una vez que tenemos esa premisa clara, debemos empezar a buscar en función del presupuesto que disponemos. ¿Gasolina o diésel? ¿Eléctrico o hibrido? Si lo que nos importa es el bolsillo y ahorrar, el coche del futuro es un vehicle to grid. Este sistema V2G permite que los modelos vendan a la red eléctrica, una vez que las leyes lo permitan, el excedente de energía que no ha consumido una vez cargado el vehículo.
En los países nórdicos como Dinamarca, el vehicle to grid ha sido acogido con alegría. La compañía eléctrica Enel junto a Nuvve y Nissan han unido su potencial desde hace dos años para poner en marcha el primer centro que usa esta tecnología. De esta forma, aquellos que tengan este tipo de coche pueden conectarlos a puntos que gestionan la entrada y sobra de electricidad. Dinamarca no es el único país que ha apostado por el vehicle to grid, otros como Reino Unido y zonas de Estados Unidos intentan potenciar este sistema.
Con esta tecnología, los usuarios pueden ahorrar mucho dinero, pero también juega un papel importante para para ayudar a equilibrar la red eléctrica nacional. Este programa se llama DSR y tiene como objetivo equilibrar la forma en que suministramos, producimos y utilizamos la energía.
El DSR está operativo a todos los niveles. Los contadores inteligentes se están expandiendo para ayudar a los propietarios a controlar y reducir su consumo de energía. Si embargo, a las grandes empresas se las está alentando para que reduzca el consumo de carbono y opte por una alternativa más eléctrica como es el vehicle to grid.
Los vehículos que se fabrican hoy en día son cada vez más inteligentes. Antes era impensable poder abrir un coche mediante una aplicación, tener un piloto automático o un coche que se ablande en caso de accidente. Por eso, no es de extrañar que los coches eléctricos están empezando a tener cada día mayor aceptación en la sociedad.
David Barrientos, portavoz de movilidad inteligente de Nissan, indica que “con un mayor número de coches eléctricos conectados al V2G, las eléctricas optimizarían sus costes, aumentarían el uso de electricidad y reducirían el gasto de las energías renovables”. Sin embargo, la realidad en España es otra. No hay legislación sobre esta tecnología y el parque de vehículos eléctricos e híbridos es muy escaso: un 2,6% del total de matriculaciones.
Problemas legislativos al margen, el vehicle to grid tiene en las baterías su gran amenaza. Al estar conectadas a la red la mayoría del tiempo, están sometidas a más estrés. La calidad y la garantía, en caso de apostar por este sistema, se torna en capital.