En muchas ocasiones, la escasez de recursos obliga a la humanidad a desarrollar tecnologías que garanticen su supervivencia. Las sequías son uno de esos casos y los generadores de agua atmosférica la posible solución.
La demanda de agua potable en el mundo crece sin parar, impulsada por el aumento de la población mundial, el cambio climático y la urbanización acelerada. En muchas regiones, la disponibilidad de agua fresca y limpia está disminuyendo, lo que plantea serios desafíos para las comunidades y los gobiernos que deben garantizar el acceso a este recurso.
Según datos de 2023 de UNICEF y la Organización Mundial de la Salud (OMS), 2.200 millones de personas no tienen acceso a servicios de agua potable gestionados de forma segura. Factores como la sobreexplotación de acuíferos, la mala gestión de los recursos hídricos, la contaminación y los eventos climáticos extremos favorecen y agravan esta situación año tras año.
Las propuestas para hacer frente a estos desafíos han sido numerosas. Desde las plantas desalinizadoras, con sus problemas de consumo energético y generación de residuos, hasta sistemas inteligentes de riego y obtención de agua por condensación. Pero, desde hace algún tiempo, distintas compañías han trabajado en una tecnología basada en aprovechar la humedad atmosférica para generar agua potable.
Esto es posible gracias a los generadores atmosféricos de agua: unos dispositivos capaces de extraer la humedad ambiental y transformarla en agua potable utilizando procesos de filtración avanzados. Su funcionamiento se basa en principios de condensación y deshumidificación, similares a los de un aire acondicionado, pero optimizados para la producción de agua. Su capacidad de generar agua depende de la temperatura y de la humedad ambiental, pero hay modelos que pueden llegar a generar más de 400 litros al día.
Según datos de 2023, 2.200 millones de personas no tienen acceso a servicios de agua potable gestionados de forma segura.
El proceso comienza con la captación y enfriamiento del aire. A medida que el aire se enfría, la humedad se condensa y se produce agua. Esta agua pasa por una serie de filtros que eliminan impurezas, bacterias y otros contaminantes, asegurando que el agua resultante sea segura para el consumo humano. Los filtros utilizados pueden variar de un fabricante a otro: en algunos casos, generadores de uso doméstico pueden llegar a producir 19 litros diarios de agua gracias a un sistema de purificación en 6 etapas, que incluye filtros de algodón y otras fibras, carbón activo y luz ultravioleta para eliminar microorganismos.
El potencial de los generadores de agua atmosférica es prácticamente ilimitado, desde el uso doméstico en zonas con mala calidad del agua o escasez de suministro, hasta situaciones de emergencia provocadas por conflictos bélicos, desastres naturales o situaciones de sequía. También son una valiosa opción en áreas de cultivo remotas, instalaciones temporales como ferias o festivales, zonas comerciales, etc.
© Imágenes: Shutterstock.
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