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El verano es época de vacaciones, diversión y disfrute para millones de personas en todo el mundo. Familias enteras y grupos de amigos se desplazan a lugares que distan de su día a día, como la montaña o la playa, para desconectar. Ese tránsito de gente en la naturaleza, suele causar año tras año un importante deterioro al medio ambiente tal y como reflejan los incendios que azotan gran parte de la superficie terrestre, así como el vertido de residuos en las playas.
Sin embargo, en México han decidido poner remedio a la recogida de basura en las playas mediante el uso de drones. A través de estos aparatos de última tecnología se pretende hacer una clasificación de residuos y evitar de esta forma que un grupo humano optimice su trabajo y proteja su salud.
Concretamente, serán las playas del estado de Veracruz las pioneras en el uso de drones para clasificar los residuos que suele haber, por culpa de la dejadez de miles de turistas que no hacen caso a las indicaciones del Gobierno para proteger un paraje natural extraordinario. Este proyecto se lleva a cabo gracias a la colaboración entre el Centro de investigación en Micro y Nanotecnología, en la Universidad Veracruzana y el Instituto Tecnológico de Boca del Río, puesto que, debido a múltiples estudios, consideraron que no existe un buen mecanismo de clasificación de la basura.
El consejo Nacional de Ciencia y Tecnología de México ha comunicado que la clasificación de residuos se realiza por un software de análisis (Metlab), que usa imágenes capturadas previamente por el dron. Su objetivo es identificar residuos de politereftalato de etileno. El propio estado y la secretaría de comunicaciones y transportes del país han indicado que los drones funciones en remoto y tienen autorización para sobrevolar a 122 metros de altura.
En la actualidad, México genera 772 toneladas de basura plástica que se corresponden al 10,09 % de todos los desechos generados en el país al año. De hecho, la secretaría de medio ambiente indica que cuando se realice una clasificación de residuos marina, el 90% corresponderá a material plástico.
Este tipo de drones facilita la exploración y el análisis de grandes extensiones, desde el espacio marino, hasta el terrestre. El proyecto tiene un doble objetivo a largo plazo, puesto que también pretende medir el CO2 presente en las playas.
En definitiva, todo esto no ocurriría si hubiera un buen plan de concienciación para reciclar, como el que lleva a cabo Ecoembes en España. Por ello, siempre viene bien tener a mano recursos como drones que ayuden a clasificar los residuos que se depositan en el medio ambiente.