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En el concurso de la innovación en el que estamos inmersos, las ideas “aparentemente” estrambóticas se suceden. Coches blandos que se deforman para evitar accidentes, parques de atracciones de realidad virtual, gorras para conductores que avisan ante la fatiga al volante… A todas ellas, se suma un nuevo proyecto todavía “en construcción”: las ruedas ecológicas que van desprendiendo oxígeno mientras circulas.
La autoría está en manos de Goodyear, el fabricante de neumáticos que también tiene entre sus patentes las ruedas esféricas inteligentes, con unos sensores que aseguran la conectividad con el coche y elevan la seguridad. Pero ¿cómo son exactamente las nuevas ruedas ecológicas de Goodyear?, ¿Cuáles son sus peculiaridades?
Las Goodyear Oxygene, como se denominan las nuevas ruedas de la compañía estadounidense, destacan por su estructura única que alberga musgos vivos en sus paredes. Su sistema abierto y el diseño inteligente de la banda de rodadura del neumático absorben y hacen circular la humedad y el agua de la superficie de la carretera, lo que favorece la realización de la fotosíntesis de las plantas que contiene y, por lo tanto, la liberación de oxígeno en el aire.
Durante su fotosíntesis el musgo de las ruedas recolecta la energía creada para generar electricidad, del mismo modo que inhala CO2 del aire para alimentarse. Según datos de la compañía, en un área urbana con cerca de 2,5 millones de vehículos con ruedas ecológicas, estos neumáticos podrían generar en torno a 3.000 toneladas de oxígeno y absorber 4.000 toneladas de carbono al año, cifras claramente beneficiosas desde el punto de vista de la movilidad sostenible y del cuidado al medio ambiente.
Por su lado, parte de esa electricidad generada les sirve a los neumáticos para alimentar su electrónica integrada, que incluye sensores a bordo, una unidad de procesamiento de inteligencia artificial y una franja de luz personalizable en la pared lateral del neumático que cambia de color y que sirve para advertir a los usuarios y peatones de próximas maniobras, como cambios de carril o frenado.
Las ruedas Goodyear Oxygene cuentan, también, con una estructura liviana y que absorbe los golpes, lo que favorece la prolongación de la vida útil de la llanta y minimiza los problemas de servicio. Desde la compañía afirman también que esta estructura abierta del neumático asegura una seguridad adicional, lo que mejora el agarre en mojado al ayudar a absorber el agua de la banda de rodadura.
La compañía está en la actualidad inmersa de lleno en el desarrollo de esta iniciativa con el objetivo de promover unos viajes y desplazamientos más limpios y sostenibles.