La presencia de microplásticos y otros contaminantes en el agua que consumimos es una realidad de la que no siempre somos conscientes a la hora de rellenar nuestro vaso. Ahora, un grupo de investigadores surcoreanos del Instituto de Ciencia y Tecnología Daegu Gyeongbuk (DGIST) ha desarrollado un purificador capaz de eliminar el 99,9% de esas partículas en apenas 10 segundos.
El filtro ideado en este innovador proyecto cumple tres de los requisitos fundamentales para poder ser utilizado a gran escala: es rápido, eficiente y económico. Su alto poder filtrante se debe a un material de polímero poroso atípico conocido como estructura de triazeno covalente (CTF). Utilizando una amplia superficie de este material se logra almacenar en su interior muchas moléculas capturadas, no solo de microplásticos, sino también de microcontaminantes y compuestos orgánicos volátiles (COV) en tiempo récord. Otra de las ventajas de este filtro es que se puede utilizar varias veces sin pérdida de rendimiento y que no necesita una alta energía térmica para ser reciclado.
“La tecnología que desarrollamos aquí es una tecnología de purificación de agua inigualable con la eficiencia de purificación más alta del mundo, que elimina más del 99,9 % de los microplásticos fenólicos y los contaminantes VOC en el agua a velocidades ultra altas”, explicó Park Chi-Young, autor principal del estudio publicado en la revista Advanced Materials. “Esperábamos que fuera una tecnología universal con alta eficiencia económica que pueda purificar agua contaminada y suministrar agua potable incluso en áreas sin suministro eléctrico”.
La necesidad de avanzar en este tipo de tecnologías es prioritaria debido a la creciente presencia de microplásticos en nuestras aguas y, como consecuencia, en nuestra cadena alimentaria. Sobre cómo afectan estas partículas a nuestra salud todavía quedan muchas incógnitas y mucho terreno por investigar, aunque existen fundadas sospechas de que no son inocuas. Como se viene comprobando desde hace décadas, el gran problema radica en el uso desmedido del plástico y, sobre todo, la dificultad de su eliminación. A este respecto también se dan pasos importantes, como la producción de materiales sostenibles con las mismas propiedades que el plástico, como el desarrollado por Solutum.
Volviendo a la calidad del agua, es importante señalar que consumir agua embotellada no siempre es garantía de pureza. Así lo demuestra un estudio publicado en la revista científica “Frontiers in Chemistry”, que desvelaba una presencia de microplásticos mayor en los envases de agua mineral que en el agua corriente. Por otro lado, la calidad del agua del grifo en España es muy alta según los datos aportados por un estudio que analizó el agua en 62 municipios distribuidos por toda nuestra geografía. Las conclusiones fueron que el agua era buena o muy buena en 55 de las 62 poblaciones de la muestra, es decir, un 89% de los casos. En el 11% restante, se hallaron deficiencias, aunque no lo suficientemente graves como para que el agua no fuera potable.
Para mayor seguridad, existen soluciones como los filtros que podemos instalar en nuestros grifos, que reducen la proporción de impurezas. En cuanto al filtro desarrollado por DGIST, todavía no hay datos sobre la fecha de su comercialización.
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