Madrid, pionera en la instalación de detectores de contaminación por movilidad

Madrid es una de las ciudades europeas que mayor preocupación está mostrando por controlar la contaminación y reglar la movilidad en el centro. Es por ello, que ha sido una de las dos ciudades elegidas a nivel mundial para testar el primer dispositivo que controla la emisión de gases de cada vehículo en la ciudad: el proyecto Life Gystra.

A principios de año fue presentado este proyecto europeo que ha desarrollado una nueva tecnología para medir emisiones contaminantes en los coches. Este proyecto se implantará, además de en la citada Madrid, en Sofía, capital de Bulgaria.

En Madrid hay dos dispositivos instalados. A través de éstos se pueden monitorizar hasta 700.000 vehículos al año. Los dispositivos son capaces de calcular cuánto contaminan cerca de 1.000 vehículos por hora. Aunque su aspecto es lo más parecido a un radar de velocidad, lo cierto es que el objetivo principal es simplemente informativo. Solo se busca conocer el tipo de vehículo que circula por la ciudad, al menos por ahora.

Esta medición es posible gracias  a la nueva tecnología Remote Sensing Device (RSD +). Un sistema de teledetección ultra rápida, que permite medir las emisiones contaminantes de un vehículo en menos de un segundo y de forma remota.

La empresa que ofrece esta tecnología, Opus RSE, afirma que “la RSD es la única tecnología capaz de medir de forma masiva todas las emisiones de tráfico (CO, CO2, HC, NOx, PM), además de medir qué contaminantes se emiten, se puede saber la velocidad de las reacciones, o lo que es lo mismo, las condiciones cinéticas e identificar la matrícula de cada vehículo, aunque no se trate de un dato que vaya a usarse de momento.

El funcionamiento del detector es muy sencillo. De él sale un rayo infrarrojo y ultravioleta cuando un vehículo lo atraviesa. A continuación, obtiene casi instantáneamente un análisis exhaustivo del vehículo, lo que le permite obtener datos de multitud de coches en apenas unos minutos.

Los detectores están formados por un módulo de emisiones, una cámara CCTV, un módulo cinético y, por último, cuenta con una estación meteorológica. No se requiere de ningún permiso para ser instalado, pero solo la DGT dará la autorización para poder hacerlo.

Una vez realizado el estudio, el conductor podrá ver en una pantalla los resultados y conocer así si su vehículo contamina o no. Aunque no existirá una penalización, sí se emitirá una notificación para que el conductor sepa qué tiene que modificar en el vehículo para evitar la contaminación excesiva del aire.

Hay diferentes formas de medir cuánto contamina un vehículo como la prueba de emisiones y es importante realizarlas, ya que las ciudades cada vez tienen mayor compromiso con la contaminación, como ya demostró Madrid con su nueva línea de autobuses eléctricos o Dubái, donde la obsesión por la contaminación les ha llevado a desarrollar el mayor proyecto de ciudad sostenible, la “sustainable city”.