Según declaraciones de Michael Steiner, responsable de I+D de Porsche, “La movilidad eléctrica es una tecnología emocionante y convincente, pero por sí sola, nos lleva a los objetivos de sostenibilidad a un ritmo menor del que nos gustaría”. Esta es la razón por la que la marca ha iniciado una línea de investigación alternativa basada en los combustibles sintéticos, hidrocarburos obtenidos a partir de hidrógeno y dióxido de carbono. “Es una tecnología importante, porque los motores de combustión seguirán dominando el mundo de la automoción por muchos años”, afirma Steiner.
Las ventas del modelo eléctrico de Porsche, el Taycan, están teniendo una buena acogida por parte de los fieles a esta emblemática compañía de deportivos, siendo su líder de ventas en agosto de 2020 en Europa con 1.183 unidades matriculadas, frente a las 1.097 del 911 o las 771 del Cayenne. De hecho, esperan que, para 2025, la mitad de los vehículos que vendan sean eléctricos. Aun así, la apuesta de la marca por la investigación en combustible sintético (eCombustible o eFuel en inglés) es firme y Steiner lo justifica con estas palabras: “Nuestros coches se conducen por mucho tiempo. Nuestros modelos híbridos se mueven con energía eléctrica en distancias cortas, pero necesitan los motores de combustión para las largas”.
El proyecto se encuentra en una fase inicial y queda mucho por hacer. De momento, Porsche busca socios capaces de construir plantas piloto y probar la viabilidad de una cadena de suministro de este tipo de combustibles. Además, aún se tiene que verificar si los combustibles sintéticos son compatibles con los motores de alto rendimiento que fabrica la compañía.
Los primeros obstáculos que se presentan tienen que ver con la producción, el abastecimiento (puntos de repostaje) y la sostenibilidad. Aunque para obtener este tipo de hidrocarburo se captura CO2 que compensa el expulsado por los motores, el movimiento ecologista no lo ve con buenos ojos, ya que consideran ilógico utilizar electricidad para producir combustible, en lugar de usarla directamente para alimentar vehículos eléctricos. Según estas asociaciones, no hay otro modo de alcanzar el objetivo de emisiones cero que, con un sistema de movilidad sostenible basada en los coches eléctricos, bien sea alimentados por baterías recargables o con desarrollos más ambiciosos como la energía solar.
En favor de los combustibles sintéticos propuestos por Porsche, cabe destacar que, al utilizar CO2 reciclado y agua, son considerados neutros en carbono. De hecho, lo que se obtiene al producirlos es un carburante que no depende de recursos no renovables como el petróleo y no generan emisiones ni en su proceso de producción ni en su uso aplicado a la movilidad.
En nuestro país, Repsol ya tiene prevista la construcción de una planta de producción de combustible sintético cero emisiones que podría estar operativa en un plazo de cuatro años.
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