Compartir
Cuando conseguimos el carné de conducir, lo primero que nos recomiendan las autoescuelas, familiares o amigos conductores experimentados es ponernos al volante cuanto antes. Al principio es normal que cuando conducimos de manera autónoma tengamos cierta inseguridad. Sin embargo, un pequeño porcentaje de conductores noveles lo abandonan por aspectos que se escapan a su control como el coste que supone adquirir y mantener un vehículo, la falta de confianza de los acompañantes, la inseguridad por la falta práctica o por no poseer un vehículo. En el caso de los conductores experimentados, aunque no es habitual, también suceden los abandonos de la conducción, sobre todo cuando han vivido una situación de riesgo o accidente.
La mayoría de estas causas se engloban en un trastorno, poco conocido, denominado amaxofobia. Este miedo patológico es diagnosticable y tratado por profesionales de la psicología, que actualmente afecta a más de un 30% de conductores. La Fundación CEA y la DGT ofrecen cursos que ayudan a tratar el estrés y la ansiedad de aquellos que padecen este fobia específica. Si bien esta medida influye de manera positiva en el plano psicológico, en la práctica las “clases de reciclaje de conducir” lo solventan del todo. Por el contrario, estas clases son también útiles para aquellos conductores que no padezcan este problema. Las clases de reciclaje de conducción, diseñadas principalmente por los expertos y las propias autoescuelas, tienen como fin conseguir aportar seguridad al conductor. Gracias a un programa teórico y práctico ayudan a recordar el manejo del automóvil en ciertas materias como el control de la velocidad, el freno, el acelerador, el volante y las situaciones de emergencia, pero sobre todo a recuperar la confianza perdida.
Más adelante, una vez adquirida la experiencia y la soltura necesarias para que el usuario se mueva con plena confianza en cualquier tipo de carreteras y condiciones de la vía, éstos podrán realizar un curso de perfeccionamiento de conducción. Esta enseñanza le proveerá una correcta trazabilidad de las curvas, una adecuada posición al volante, un uso correcto del cambio de marchas y por ende una conducción segura. Además, podrán contar con diferentes tipos de cursos de perfeccionamiento de conducción adaptados a las necesidades que desee mejorar.
La tecnología continúa impulsando medidas que hacen que la seguridad del conductor se refuerce. Por ejemplo, el “control parental” que ya permiten ciertos vehículos como el Seat León Cristóbal, o los sistemas de frenado automático que ayudan a prevenir accidentes marcha atrás, son algunas de las novedades que ayudan a mejorar la conducción. Los usuarios que deseen complementarlo con cursos disponen de diferentes descuentos en las autoescuelas, la red e incluso en las ayudas que proporciona Mutua Madrileña a sus clientes.