Olivier François, director ejecutivo de la marca con sede en Turín, ha declarado que en menos de diez años, toda la gama de vehículos Fiat será eléctrica. Esta transformación comenzará en 2025, fecha a partir de la cual los modelos eléctricos irán reemplazando a los de combustión. El proceso terminará en 2030 y, para entonces, la compañía italiana no comercializará ningún coche diésel o gasolina.
François también se refiere al precio final de venta de sus vehículos en estos términos: “Es nuestro deber ofrecer al mercado, tan pronto como podamos, coches eléctricos que no cuesten más que los vehículos con motor de combustión interna, en consonancia con la reducción del coste de las baterías… Estamos explorando el territorio de la movilidad sostenible para todos: éste es nuestro proyecto”.
Con este objetivo en un horizonte muy cercano, la histórica firma fundada en 1899 por Giovanni Agnelli se compromete a cumplir los protocolos medioambientales diseñados para reducir las emisiones de CO2. De este modo se suma a otras marcas del sector que ya se han pronunciado en el mismo sentido. La británica Bentley, por ejemplo, se acoge a las políticas medioambientales de su país y renunciará a los motores que utilizan combustibles fósiles para ofrecer, también a partir de 2030, toda su gama en versión eléctrica.
Por su parte, el consorcio galo PSA Groupe que engloba Peugeot, Citroën, DS y Opel/Vauxhall, dejará de producir motores diésel en 2025 y su planta de Trémery en Francia, pasará de fabricar este tipo de propulsores a ensamblar motores eléctricos. En la misma línea está Honda, que abandonará la producción de motores térmicos para el mercado europeo en 2022. Reimagine es el nombre propio del plan Jaguar Land Rover, que fija 2025 como último año en que se comercialicen las versiones diésel de sus modelos.
En este sentido, Lexus ya es pionera, puesto que dejaron de equipar a sus coches con motores de gasóleo en 2013 y, desde entonces, solo ofrecen versiones gasolina e híbridos. Maserati hará lo propio en 2025 y únicamente comercializará híbridos e híbridos enchufables. Porsche ya demostró en 2019 que podían crear un superdeportivo 100% eléctrico con su Cayman, aunque en paralelo investigan otras alternativas como los combustibles sintéticos. Otros, como Smart, llevan la sostenibilidad en su ADN y nacieron ya como vehículos urbanos eléctricos y eficientes. Toyota hizo el anuncio de retirar sus vehículos diésel del mercado europeo en 2018 y Volvo, al igual que Fiat, solo ofrecerá automóviles eléctricos en su catálogo a partir de 2030.
Otros fabricantes que contemplan estas decisiones en sus hojas de ruta para los próximos años son Audi, Ford, General Motors, Hyundai, Mini, Renault y Volkswagen. Pero también hay grandes marcas que todavía se muestran cautas a la hora de acatar semejante compromiso. Louis Camilleri, CEO de Ferrari, justificaba su recelo con estas palabras: “La tecnología de baterías no está donde debería estar todavía”. Daimler, grupo al que pertenece Mercedes-Benz, señala 2039 como posible fecha límite para que toda su gama sea cero emisiones. Otra estrategia de comunicación es la que ofrece BMW, que, si bien anuncia su intención de abandonar la producción de motores de combustión, prefiere no poner una fecha concreta para alcanzar el objetivo.
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