2.000 personas, entre empleados de Toyota y sus familias, parejas jubiladas, comerciantes y científicos investigadores serán los elegidos para vivir en Woven City, la ciudad futurista diseñada por Toyota a modo de laboratorio y cuya construcción está prevista que comience en 2021 a los pies del Monte Fuji (Japón). Se trata de un espacio de 71 hectareas (que en su día fueron los terrenos de una antigua fábrica) totalmente sostenible y en la que su única fuente de energía será exclusivamente el hidrógeno, una energía absolutamente limpia y sostenible.
El objetivo de este prototipo de ciudad del futuro, cuyo nombre significa Ciudad Tejida, debido a que todo el ecosistema estará conectado e impulsado por hidrógeno, es que tanto residentes como investigadores pongan a prueba, en un entorno a pequeña escala y controlado, cómo funcionaría la combinación entre el cuidado del medioambiente, inteligencia artificial o robótica, casas inteligentes y movilidad personal. Bjarke Ingels, arquitecto danés artífice del diseño de la ciudad y de otros grandes proyectos como la sede de Google en Mountain View y en Londres o la Lego House en Dinamarca, añade que “en Woven City se tendrá la oportunidad de explorar cómo funciona una ciudad con soluciones de movilidad autónomas conectadas y sin emisiones”.
Esto permitiría desarrollar tecnologías del futuro, gracias a la conexión entre las personas, los edificios y los vehículos, y la sostenibilidad como pilar clave. Toyota asegura que, a medida que el proyecto evolucione, se irá incrementando el número de habitantes. En esta ciudad futurista, los edificios se construirán, sobre todo, a base de madera para reducir al mínimo la huella de carbono, y llevarán incorporadas placas fotovoltaicas para obtener energía solar.
Cuando veíamos películas de ciencia ficción y nos impresionaba que con la voz se encendían y apagaban las luces o robots que nos hablaban y nos cuidaban o vehículos que iban y venían sin conductor, no nos imaginábamos que lo teníamos tan cerca.
En Woven City, los coches serán autónomos y libres de emisiones para circular libremente por la ciudad. Y las vías se dividirán en tres categorías: vehículos rápidos, combinación de vehículos menos rápidos, movilidad personal y peatones y solo peatones. Estas tres vías estarán entrelazadas para comprobar la capacidad de adaptación de los coches autónomos a un entorno real.
Por Woven City circularán unidades del e-Trans, modelo autopilotado para la movilidad compartida; del e-Chargeair, una batería con ruedas para automóviles y teléfonos; del e-Care, un servicio de movilidad que al mismo tiempo somete a una revisión médica al pasajero, y del e-Palette, una especie de contenedor con ruedas que puede aumentar de tamaño y destinarse a diferentes usos: entrega de paquetes, tienda móvil, oficina y, por descontado, transporte de pasajeros. En los Juegos de Tokio, retrasados a 2021 y de los que Toyota es partner oficial de movilidad, está previsto el uso de 20 unidades del e-Palette para trasladar a atletas y trabajadores por la villa olímpica.
Toyota invita a participar a investigadores, académicos y científicos de todo el mundo interesados en llevar a cabo sus proyectos en un ecosistema tecnológico y social único en el mundo. Y su presidente, Akio Toyoda, asegura que: "Damos la bienvenida a todos aquellos inspirados para mejorar la forma en que viviremos en el futuro, para aprovechar este ecosistema de investigación único y unirnos a nuestra búsqueda para crear una forma de vida y movilidad cada vez mejor para todos. Construir una ciudad completa desde cero, incluso a pequeña escala, es una oportunidad única para desarrollar tecnologías futuras”.
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