La preocupación de las grandes ciudades está centrada en mejorar la calidad del aire. En el norte de Europa es común encontrar a usuarios trasladándose en transporte alternativo como bicicletas, pero en España todavía es un tipo de movilidad en auge que todavía no termina de despuntar. Hasta ahora porque el Ayuntamiento de Madrid ha decidido situar al mantenimiento del aire de la capital como una de sus prioridades y prevé aplicar este tipo de iniciativas a todo tipo de vehículos, incluidas las motocicletas.
El Ayuntamiento de Madrid hasta el momento centraba sus controles de circulación en el número de matrícula, algo que ha evolucionado el área de Medio Ambiente y Movilidad para adecuarse a los dispositivos medioambientales que ha puesto en marcha la DGT.
Entre estas medidas está la de controlar los accesos a determinadas zonas de la conocida como “almendra” de vehículos gasolina anteriores al 2000 y los diéseles anteriores a 2006. Después de estos, entran también los vehículos con pegatina B, es decir, aquellos gasolina anteriores al año 2006 y los diésel anteriores a 2014.
Pero, sin duda, la gran novedad de este sistema es la inclusión, por primera vez, de las motocicletas. De esta manera, todas aquellas con más de 15 años tendrán que hacer frente a sanciones si circulan por la zona centro de la capital. Se trata de vehículos de dos ruedas que no tienen una etiqueta establecida por la DGT. Las “anteriores a 2003, las que tienen más de 15 años, las cuales son tan contaminantes como muchos vehículos de gasolina y emiten muchos más hidrocarburos”.
Los propietarios ya pueden recoger las etiquetas para sus motos en oficinas de Correos o directamente en el Ayuntamiento. Las multas para aquellos que circulen sin el etiquetado ambiental apropiado según el día serán de 90€, pero podrá verse reducido a 45€ si el conductor se acoge al pronto pago.
Este nuevo protocolo incluye también la situación de los distritos del exterior de la M-30 a la hora de activar los diferentes escenarios. El nuevo escenario de activación es el criterio que hace que se active cuando tres zonas de medición superen los 180 mg/m3 de NO2 en 3 horas seguidas sin necesidad de ser de la misma zona.
El escenario 3, además de producirse con dos días consecutivos como ahora, se activa cuando se desencadenen tres días de preaviso. Además, añadido al anterior, se dibuja un nuevo escenario, el 4, para cuando la contaminación se mantiene sin llegar al nivel de alerta fijado por la UE. Este último se activará con cuatro días consecutivos de aviso, por lo que serán mucho más habituales las restricciones al tráfico.
Este protocolo será implantado después de verano en la capital por lo que el impacto en la vida diaria de los madrileños no se hará esperar.