Ha pasado más de un siglo desde que se instalaran las primeras señales de tráfico de la Historia, sin contar con las desplegadas por los romanos para que los peregrinos, comerciantes y demás viajeros no se extraviaran a lo largo y ancho de su basto imperio. Con la invención y proliferación del coche se hizo necesario imponer normas de circulación y advertir de peligros a través de elementos gráficos que fueran vistos desde cierta distancia, para que los caminos no se convirtieran en un caos. La primera señal de stop, por ejemplo, se atribuye al empresario estadounidense William Phelps Eno, considerado por muchos el padre de la seguridad vial. Se instaló en una intersección de la ciudad de Detroit en 1915 y, al parecer, nadie le hacía mucho caso.
Ahora existen, solo en España, cerca de 400 señales en el Catálogo Oficial a las que debemos añadir tres nuevas que se dirigen exclusivamente a los conductores de coches eléctricos. Su función es informativa, por eso son rectangulares, y su objetivo es comunicar la ubicación de los puntos de recarga para vehículos con batería.
La primera, en la que aparece un surtidor clásico en color negro en segundo plano y uno verde delante con un enchufe, indica la presencia de un surtidor o estación de servicio de carburantes con disponibilidad de estación de recarga eléctrica. El segundo es igual, pero sin el surtidor de combustible, e informa sobre la existencia de un punto de recarga. Por último, podremos ver otra señal similar a la primera a la que se añade un tercer surtidor de color azul. Esta nos comunica que, además de punto de recarga eléctrica y repostaje de combustible, la estación de servicio dispone de surtidor para vehículos con depósito de Gas Licuado de Petróleo (GLP).
Además de estas tres nuevas señales, la Dirección General de Tráfico ha presentado un nuevo pictograma que se añadirá a todas aquellas señales que se dirijan expresamente a los coches eléctricos. El verde, asumido ya por la mayoría de nosotros como el color de la eficiencia energética y la sostenibilidad, es el elegido tanto para representar los puntos de recarga eléctrica en las nuevas señales como para este pictograma.
Esta nueva señalización se podrá ver tanto en carretera como en vías urbanas, y tanto en elementos independientes como en paneles de servicio que agrupen varias informaciones. Por otro lado, aunque ya están aprobadas y en vigor, su colocación será progresiva y dependerá de las necesidades de reemplazar otras más antiguas por su estado de conservación.
Estas nuevas señales que implementa la DGT dan respuesta a las necesidades que se van creando con la llegada de los coches eléctricos y las políticas de sostenibilidad, como ya ha sucedido con las indicaciones desplegadas por las autoridades en ciudades con Zonas de Bajas Emisiones (ZBE). Al mismo tiempo y en paralelo al incremento del número de impactos visuales que los conductores encuentran a lo largo de sus trayectos, la señalética evoluciona tanto gráfica como tecnológicamente para hacerse más visible desde la distancia y para ser interpretada en menos tiempo. Así, los materiales reflectantes en las señales de tráfico no llegarían a extenderse hasta la década de 1950, mientras ahora ya tenemos señales que se iluminan mediante placas solares integradas u otras más novedosas con microesferas de polímero que cambian de color por la noche.
Todo sea por la seguridad en las carreteras y para mantener a los conductores informados en todo momento de lo que van a encontrar en el trayecto.
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