CaaS es un sistema de suscripción: pagando una cuota mensual o anual se tiene acceso a una flota de vehículos.
Hasta ahora, para poseer un vehículo, de forma temporal o permanente, lo comprábamos, alquilábamos o lo obteníamos mediante renting o leasing. Pero un nuevo modelo de movilidad, especialmente valorado por las nuevas generaciones, es el Car As a Service (CaaS). Consiste en suscribirse, como si se tratara de una plataforma tipo Netflix, para disponer de un coche cuándo, dónde, cómo queramos y durante el tiempo que lo necesitemos.
Una auténtica revolución auspiciada por el interés decreciente de los jóvenes por adquirir un vehículo en propiedad (el 40% de nuestros jóvenes está en el paro y no ve financieramente viable su adquisición) y por su preocupación creciente por el medio ambiente. Esto último les hace fijarse más en coches sostenibles que eviten la contaminación, como los eléctricos solares de los que ya se empieza a hablar.
Car as a Service apuesta por prestar un servicio que ayuda a reducir los gastos de los consumidores y maximizar su uso. El vehículo propio genera muchos gastos en proporción al bajo uso. De hecho, de una encuesta realizada en EE. UU. se desprende que los automóviles estadounidenses están aparcados el 95% del tiempo. En el Reino Unido, una encuesta similar, situó el tiempo de estacionamiento en un 96%. De ahí que la flexibilidad del “pago por uso” haría que los consumidores se sintieran más cómodos con el modelo CaaS.
Como parte del movimiento Mobility-as-a-Service (MaaS), que combina los servicios de transporte público y privado, y facilitados a través de una única plataforma y con una tarifa de suscripción mensual, se puede acceder a diferentes modos de transporte y vehículos. Parece que el futuro de la movilidad va por esa línea. De hecho, según datos de Allied Market Research, el mercado de CaaS generó, en 2019, 3.500 millones de dólares, y se espera que alcance alrededor de los 12.000 millones de dólares a nivel mundial para 2027, lo que representa una tasa compuesta anual del 23,1% de 2020 a 2027.
Según la consultora, la flexibilidad para ajustar el tipo de vehículo a las necesidades de movilidad y la posibilidad de seleccionar un vehículo para una ocasión concreta, son dos de los factores que más están impulsando esta tendencia. Y conlleva otros muchos beneficios más para el usuario, como el ahorro de costes, las preocupaciones ambientales y una perfecta integración con los servicios digitales.
‘Car as a Service’ apuesta por prestar un servicio que ayuda a reducir los gastos de los consumidores y maximizar el uso de los vehículos.
A pesar de que, según datos de 2020 de la Asociación Española de Renting de Vehículos, el parque de vehículos de renting español ha crecido un 4,46% con respecto al 2019, y el número de clientes un 15,77% también con respecto a los datos de 2019 (alrededor del 33% de los coches que se contratan por renting son firmados por Generación Z o Millennials), la diferencia entre la modalidad de CaaS frente al renting es que esta última te permite cambiar o mejorar los vehículos cuando lo necesites y no estás obligado a atarte a un único vehículo durante un largo periodo de tiempo. Una solución que Mutua ofrece junto a la compañía ALD y que permite contratar el servicio de manera 100% online, sin papeleos, sin esperas ni colas, y disponer de un Seat Arona con todo el equipamiento.
Como era de esperar, esta nueva fórmula ha atraído la atención de la industria automotriz y firmas como General Motors, Volvo o BMW ya están ofreciendo suscripciones de “lujo”, mientras que otros como Hertz My Car ofrecen otras más asequibles. Y todo apunta que Car as a Service puede llegar a convertirse en el método más popular de “propiedad” de coches en el futuro. Y, aunque implementarlo no es sencillo y hace diez años no habría sido posible, el avance de los proveedores de software especializados en plataformas todo incluido ha hecho que CaaS sea una realidad imparable.
Blog ÓN
Comité de contenidos