La tendencia del mercado del automóvil es el trabajo en la automatización de funciones que están clasificadas entre los niveles SAE 4 y 6. Esta es una de las líneas por las que la industria de la movilidad persigue situarse a la cabeza de la vanguardia del desarrollo tecnológico para ofrecer al usuario experiencias de movilidad cada vez más únicas, y que tiene un claro ejemplo en Continental que ha presentado una plataforma de vehículos eléctricos preparados para realizar repartos sin necesidad de conductores.

En este contexto, con motivo de la nueva edición de la feria de electrónica, Consumers Electronics Show (CES) 2019, el fabricante surcoreano de automóviles, Kia Motors, ha decidido presentar su nuevo sistema de conducción adaptada a las emociones en tiempo real (R.E.A.D.).

Kia aprovechó el contexto de innovación en el que se presentaron productos tan disruptivos como televisores enrollables y a medida, portátiles dotados de inteligencia artificial (IA) o pensados para la gamificación y visores de realidad virtual exentos de cualquier tipo de sensor para presentarse como una de las marcas de vehículos más innovadoras.

Su desarrollo presentado es su primer espacio de cabina interactivo optimizado basado en la inteligencia artificial. Con esta plataforma, Kia propone un sistema basado en la IA que, a través de la tecnología bio-señal, detecta el estado de ánimo de los pasajeros que viajen en el interior del vehículo. Da igual el viaje que el usuario emprenda, ya que con este avance tecnológico podrá disfrutar de una atmósfera diferente en el interior del automóvil.

La arquitectura tecnológica de este proyecto consiste en una red de sensores y sistemas de reconocimiento respaldados por un software sofisticado de inteligencia artificial.  Éstos se encargan de leer tanto las expresiones faciales, el ritmo cardíaco o la actividad electro-dérmica. De esta forma, la tecnología implantada podrá adaptar las necesidades de iluminación, la música, la vibración e, incluso, la temperatura que el usuario precise en cada momento y así crear una experiencia más alegre.

La experiencia de usuario es la gran obsesión de la tecnología y la innovación. Kia es un ejemplo en el mundo de la automoción, pero ya existen otros como General Motors con su primer vehículo autónomo de nivel SAE5, el Cruise AV, un coche desprovisto de pedales y de volante y acondicionado tecnológicamente para ofrecer la máxima comodidad a los ocupantes del vehículo y, más allá de los habitáculos, Ford ha dado un giro a la experiencia en los viajes para las personas con problemas de visión puedan disfrutar del paisaje mientras viajan gracias a su novedoso sistema llamado Feel the View.

¿Sabías que en ciudades como Madrid sus habitantes pasan 48 horas de media al año en atascos? Según el último informe del INRIX Global Traffic Scorecard, a esta estadística le siguen Barcelona, Sevilla y Valencia, ciudades en las que el número de horas en los embotellamientos formados en las carreteras, autopistas y metrópolis españolas corresponde a 29 horas. Lo más preocupante es el crecimiento exponencial que cada año sufre esta cifra dentro de este reporte.

Aunque los ayuntamientos de las principales ciudades del mundo han puesto su foco en ser capaces de ofrecer el mayor número de soluciones de movilidad a sus usuarios mientras son respetuosos con el medioambiente, parece que el futuro, más que enfocarse a la movilidad terrestre, se dirige a la aérea.

Bajo este vaticinio, la tecnología futurista que visualizábamos en películas del género Sci-FI parece que muy pronto saldrá de las grandes pantallas para trasladarse a la realidad. Si bien, el coche de policía Spinner que utilizaban Dekard y Gaff en Blade Runner, y que sirvió de inspiración para crear la máquina del tiempo DeLorean DMC-12 de Regreso al Futuro, o las naves de Star Wars con su  mítica Millennium Falcon parecían una  paradoja, lo cierto es que visualizarlo en el mundo real ya no es del todo un pensamiento irracional.

La revolución industrial en el ámbito automovilístico aéreo no ha hecho nada más que empezar. La organización que parece estar más volcada con el desarrollo de este tipo de soluciones es la NASA, que pretende revolucionar la movilidad urbana. Además, Japón ya ha fijado un punto de partida en su calendario para comercializar y utilizar en los núcleos urbanos este tipo de vehículo. El país nipón, junto con varias empresas tecnológicas y automovilísticas, ha acordado que este hito tendrá lugar en el año 2023. Su plan de negocio estipula que en cinco años la circulación área de los coches voladores ya estará normalizada.

Por otro lado, los trenes también sufrirán esta transformación, junto con otros vehículos de movilidad. En cuanto al trasporte interurbano, la NASA calcula que para el año 2030 el tren aéreo estará operativo en una quincena de ciudades norteamericanas. Un gran avance que hará que miles de personas que no disponen de un vehículo propio puedan disfrutar de esta innovadora medida.

A pesar de que este acontecimiento comienza a generar numerosos debates a todos los niveles, lo cierto es que la movilidad evoluciona a pasos agigantados. Hace unos meses conocíamos la primera versión del primer coche volador en el salón internacional del automóvil en Suiza. Sin embargo, no hay una fecha prevista para que esta nueva revolución en el transporte aéreo tenga pueda ser disfrutada por todos, y no solo por unos pocos. Este tipo de movilidad interurbana se une a otras soluciones que se están desarrollando como los nuevos  aviones autónomos o el tren supersónico Hyperloop.