Cualquier persona que viva en grandes urbes como Barcelona, Madrid o Valencia probablemente considere que el concepto de atasco, exceso de gente en el autobús o el metro y contaminación son algunas de las consecuencias lógicas de vivir en una gran ciudad. La irrupción de nuevos medios de transporte como los patinetes eléctricos prometen cambiar la movilidad en ciudad.
Ver a una persona montada en un patinete eléctrico era algo excepcional apenas hace unos años. Como mucho podía llamarnos la atención algunos grupos de turistas que montaban en Segway para ver más cómodamente nuestros centros históricos, sin embargo, ya no es algo habitual, sino que han surgido pequeñas startup como Lime-S, que permite alquilar estos vehículos por precios muy competitivos.
Para los más osados, puede dejar incluso de ser un medio opcional de movilidad para ser su medio principal, ya que puede adquirirse con prestaciones muy variadas desde 100 euros hasta superar los 1.000. La recomendación, como en cualquier compra, es que cualquier usuario que desee optar por esta opción obtenga asesoramiento para certificar el mejor patinete según sus necesidades.
Otra ventaja con respecto a otros vehículos es que no se debe cumplir ningún requisito específico para poder tener uno: ni carné de conducir, ni edad mínima para usarlo, ni un seguro de responsabilidad civil, al menos de momento. Y aunque tampoco es obligatorio el uso del casco, no debemos olvidar que la seguridad es lo más importante.
Como suele suceder, la normativa tiende a ir por detrás de las innovaciones tecnológicas y con los patinetes eléctricos no iba a ser menos. Hasta hace unos días, Madrid aprobó una normativa que regula el uso de estos Vehículos de movilidad personal (VMP). Una normativa que no solo se ha establecido en la capital, sino también en ciudades como Barcelona o Valencia. Sin embargo, las normativas cambian según la ciudad. Por ello la recomendación es que antes de adquirir uno, te asegures bien de qué normativa existe en tu ciudad. La tónica general que suelen seguir los ayuntamientos es la de prohibir el uso del patinete eléctrico en las aceras a la vez que permiten el uso en carril-bici y en vías residenciales que tengan un límite de 30 km/h.
Además de la novedad del patinete eléctrico, las grandes ciudades ofrecen gran variedad de alternativas para favorecer una movilidad ecológica, rápida y barata. El año pasado, Madrid se sumó a la movilidad sostenible gracias al alquiler de motos eléctricas de eCooltra y, hace unos meses, puso en marcha la primera línea de autobuses 100% eléctricos. Y, fuera de la capital, si deseas moverte por Barcelona, biciempresa llega a la ciudad para hacerte llegar al trabajo sobre ruedas.