La disrupción de los vehículos de Tesla les ha convertido en el principal fabricante de coches eléctricos del mercado. Pero los retos de la marca nacida en Silicon Valley continúan: su próximo objetivo es la energía solar. Prometen hacerla más económica, prácticamente invisible y que se pueda camuflar en los tejados. Gracias a la firma liderada por Elon Musk, saber cómo serán los edificios del futuro es aún más sencillo.
El mercado de energía solar, antes de la llegada de Tesla, se caracterizaba por instalar unos sistemas fotovoltaicos que, además de aparatosos, eran antiestéticos y, en ocasiones, ineficientes. Debido a ello, el fabricante californiano ha presentado un prototipo de paneles solares innovadores, que las hace adaptables a todos los tejados de viviendas, discretos y con un coste inferior al del resto de la competencia.
El uso de estas tecnologías limpias para respetar el medio ambiente también es posible en España, ya que la web oficial de Tesla permite reservar anticipadamente estos paneles solares. El abanico de opciones es amplio, puesto que permite seleccionar diferentes tipos de “tejas solares” que se asemejan a las existentes en las viviendas españolas: pizarra, teja, azulejo, curvado e incluso el estilo toscano.
Otra gran ventaja de este sistema es la opacidad de los paneles, logrando un diseño cuidado que, además, resulta ser más resistente que el resto del mercado, ya que logra superar su durabilidad tres veces más que los paneles que se instalan habitualmente.
Esta instalación también permite compatibilizarla con las baterías domésticas recargables de Tesla. Sus Powerwall permiten almacenar hasta 14KWh de electricidad, garantizando el suministro de electricidad en la vivienda, independientemente de las circunstancias climatológicas que existan.
Además, para aquellos casos en los que no se necesite cubrir todo el tejado de paneles solares, Tesla es capaz de combinar dos tipos de tejas de vidrio templado: solares y no solares. Su apariencia es la misma a simple vista, y permiten adaptar las necesidades de cada hogar a la potencia instalada.
El éxito de esta tecnología estuvo condicionada por el llamado “impuesto al sol”, una normativa aprobada en 2015 y que básicamente gravaba el autoconsumo de energía solar fotovoltaica. Esta normativa fue posteriormente derogada y dejó el camino despejado para que cualquier persona interesada en contar con un hogar más sostenible pueda apostar por el autoconsumo de energías renovables en su domicilio.