Una línea de metro que une el centro de Beijing con el Aeropuerto Internacional de Daxing en la capital china ahora permite a los pasajeros entrar y salir de las estaciones con solo escanear la palma de la mano, lo que constituye un ejemplo de cómo el uso de datos biométricos en el transporte público puede hacer que los desplazamientos sean más sencillos, sin necesidad de pasar una tarjeta o escanear un código QR.
El progreso que ha experimentado la tecnología biométrica en los últimos años desde del simple reconocimiento de huellas dactilares utilizado principalmente en teléfonos inteligentes para desbloquear los dispositivos es asombroso y el caso del metro de la capital china así lo demuestra. De hecho, se estima que el tamaño del mercado de la biometría alcanzará los 1.100 millones de dólares en 2024. Y es que la toma de huellas dactilares, el reconocimiento facial, el reconocimiento de venas, el iris y el reconocimiento de audio siguen extendiéndose en todos los ámbitos.
En el caso del metro de Pekín, se ha usado una identificación novedosa: la palma de la mano y solo hay que registrar la impresión de cualquiera de las palmas a través de un proceso simple y automatizado y proporcionar información relevante para autorizar la pasarela de pago de WeChat, una aplicación de mensajería muy popular en China. Una vez registrada la huella de la palma, un viajero puede escanearla en cualquier puerta de entrada automática para pasar. La tarifa se deduce automáticamente después de la salida. Esta implementación, según sus creadores, es más higiénica, rápida y segura que los métodos de facturación convencionales, ya que las puertas de entrada pueden reconocer la huella de la palma y las venas del usuario sin ningún contacto físico.
La biometría ofrece numerosas ventajas y su uso cada vez está más extendido. Así, se ha ido pasando de la huella dactilar al reconocimiento facial, aportando mayor precisión y seguridad de los sistemas biométricos. Y ahora, el uso de la biometría está presente en:
Reconocimiento facial
Este sistema para verificar la identidad de una persona utiliza tecnología y biometría (generalmente mediante inteligencia artificial) para identificar rostros humanos. Mapea rasgos faciales a partir de una fotografía o video y luego compara la información con una base de datos de rostros conocidos para encontrar una coincidencia.
Reconocimiento del iris
El iris es una forma comprobada de identificar y autenticar usuarios manteniendo altos niveles de seguridad. El iris es único para cada ojo humano y no cambia con el tiempo, gracias a sus propiedades estructurales expresivas e inherentes. Su tecnología, basada en video, funciona capturando secuencias de imágenes del iris. La secuencia se combina en una imagen agregada que se utiliza para la inscripción y la autenticación. Es segura y fácil de usar que funciona en cualquier entorno, con gafas, compatible con máscaras, manos libres y a una distancia de la cara cómoda para el usuario.
Reconocimiento por voz
La biometría de la voz se basa en el análisis de patrones vocales únicos para cada persona. Cada persona tiene características fonéticas y morfológicas distintas que la inteligencia artificial puede detectar con precisión. Esto hace que la autenticación biométrica por voz sea muy eficaz y segura. Algunas de sus principales ventajas son su comodidad y velocidad: los usuarios simplemente hablan y su voz se convierte en una firma única que verifica de manera confiable su identidad. Al ser tan segura, ha experimentado un crecimiento exponencial y se ha convertido en un recurso fundamental en la lucha contra el fraude y la ciberseguridad en diversas industrias.
Banca y tarjetas de pago biométricas
Para los servicios financieros, además de las billeteras digitales, la adopción de tarjetas de pago biométricas sin contacto está cobrando impulso en todo el mundo a medida que más emisores y fabricantes de tarjetas se dan cuenta de sus beneficios.
Atención médica
La biometría en la atención médica se utiliza para garantizar la verificación y supervisión precisa del paciente en consultorios médicos, clínicas y otros centros médicos. Los ejemplos incluyen control de autorizaciones y bases de datos de pacientes. La biometría se puede utilizar para monitorear a los pacientes fuera de los entornos de atención médica típicos, y también se usa para crear nuevas aplicaciones, como recetas electrónicas y diagnósticos remotos. Mediante tarjetas de identificación biométricas, se identifica a los pacientes en función de variables biológicamente distintas, como patrones faciales, de huellas dactilares, iris y audio.
Seguridad Civil
Los organismos encargados de hacer cumplir la ley utilizan sistemas biométricos para actividades policiales. Todos los datos, incluidas las huellas dactilares y los registros de sujetos, se almacenan en una base de datos, desde la cual se pueden buscar y recopilar más adelante. En la actualidad, el Sistema Automatizado de Identificación Biométrica (ABIS) se utiliza para la identificación, autenticación y deduplicación biométrica a gran escala comparando una muestra con diferentes registros disponibles en la base de datos.
El reconocimiento facial en vivo se utiliza para reconocer personas entre una multitud en tiempo real o después de un incidente: su objetivo es la seguridad pública en ciudades, aeropuertos, cruces fronterizos y otras áreas sensibles, como estadios y lugares de culto.
Control de fronteras
Un pasaporte biométrico o un pasaporte electrónico contiene un chip de microprocesador electrónico con datos relacionados con el titular del pasaporte. Varias naciones ya otorgan pasaportes biométricos a sus ciudadanos. Actualmente, para esta categoría se utilizan la huella dactilar, el reconocimiento facial y el reconocimiento del iris. Un chip contiene únicamente la imagen de cada elemento biométrico y los sistemas electrónicos de control de fronteras realizan su comparación.
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