Compartir
Perdido en un lugar extraño, el GPS del móvil da síntomas de agotamiento. Sales de noche y te quedas sin ni siquiera una rayita de batería para poder llamar a un taxi. Estás esperando una importante llamada del trabajo y, cual crónica de una muerte anunciada, se apaga tu teléfono. Suma y sigue. Seguro que más de una vez has sido víctima de alguna de estas situaciones. Siguiendo a pies juntillas la Ley de Murphy, es más que probable que te hayas quedado sin batería en el momento más inesperado y sin contar con un cargador en el bolsillo.
Estrés, ansiedad… es irremediable pero que nuestro más fiel compañero de fatigas a ese que tanto cuidamos, el móvil, se apague, nos genera mucha angustia. Aunque esta sensación puede tener los días contados. Unos científicos estadounidenses, de las Universidades de Michigan y Cornell, están desarrollando un estudio con un material multiferroico magnetoeléctrico que prácticamente puede terminar con la práctica de cargar la batería del móvil: según sus investigaciones preliminares, que ha publicado la revista Nature, este material, 100 veces más eficiente que los que contienen las baterías actuales, nos permitirá cargar el móvil apenas cuatro veces al año.
Los móviles que lo usen necesitarán 100 veces menos energía para funcionar, lo que se traduciría en que deberán recargarse apenas una vez al trimestre. Así de fácil. Fácil de palabra porque lo cierto es que el estudio tiene todavía mucho trabajo por delante.
Cargar el móvil gracias a los materiales multiferroicos magnetoeléctricos, con cualidades eléctricas y magnéticas, deberá esperar ya que son escasos y difíciles de generar. A pesar de la reciente identificación de varios materiales de este tipo nuevos y de mecanismos magnetoeléctricos, sus utilidades son todavía limitadas para cargar la batería del móvil por falta de acoplamiento entre los parámetros o por tener propiedades que emergen sólo muy por debajo del espacio temperatura. Este hecho disuade para ser utilizado de forma sencilla en aplicaciones de dispositivos móviles.
Encontrado el material, falta por determinar y concretar la tecnología que haga posible convertirlo en un diseño apto para el móvil. De momento, las previsiones apuntan que hasta el año 2030 no verán la luz estas innovadoras baterías que llegarán con el ánimo de hacernos la vida más sencilla. Hasta entonces, seguiremos expectantes todas las novedades que giren en torno al mundo de los móviles, que seguro que son muchas e interesantes.