En España hay 16 millones de jugadores de videojuegos, lo que representa un 44% de la población. Un dato que permite entender perfectamente el impacto del lanzamiento el pasado 21 de mayo de las dos novedades en cascos de realidad virtual de la empresa Oculus VR: Oculus Quest y Oculus Rift S, que han permitido dar acceso a la realidad virtual en el ámbito del entretenimiento doméstico.
Por su parte, Oculus Quest llega como un dispositivo autónomo que no necesita PC para poder jugar permitiendo absoluta libertad de movimiento. Su utilización es muy sencilla ya que sólo son necesarios un mando para cada mano. La pantalla que llevan las nuevas gafas virtuales es OLED 1600x1440 por ojo y el peso de 470 gramos lo que las hace bastante ligeras y cómodas, aunque sigan siendo algo grandes. Lo más llamativo es su versatilidad porque estos modelos serán compatibles con más de 50 juegos, incluidos Beat Sabre y Space Pirate Trainer.
Las Oculus Rift S está pensado para los gamers más exigentes. Este casco posee cinco sensores internos que permiten reconocer el espacio de nuestra habitación sin la necesidad de instalar sensores externos. Disponen de un regulador trasero y un cierre superior con velcro que ayudan a mejorar la sujeción de las gafas a la cabeza. El audio se emite desde el propio casco, lo que hace innecesarios unos auriculares por separado y lleva un cable de 5 metros para dar cierta movilidad.
El realismo que se consigue y la sensación de estar inmerso en el mundo del videojuego es espectacular. Este modelo, además, incluye un modo con el que poder ver el mundo real sin necesidad de quitarte las gafas, gracias a las cámaras que hay colocadas en el exterior de las gafas. Y algo muy práctico en ambos casos es la posibilidad de poder utilizar las gafas virtuales sobre las propias sin ninguna molestia. Por último, los mandos de ambos tienen un nuevo diseño con muchos botones, pero distribuidos de tal forma que, de forma intuitiva, se encuentran rápidamente.
Los responsables de la firma aseguran que “el objetivo de estos nuevos cascos es hacer que la Realidad Virtual entre en las casas o, dicho de otro modo, que la Realidad Virtual sea más accesible para un mayor número de consumidores, tanto en términos de precio como de facilidad de uso”. De ahí que el precio de salida de los cascos se mueva en los 449 euros, mandos incluidos. Sin embargo, Oculus no quiere dejar de lado el mundo empresarial y para ello, ha diseñado un conjunto de herramientas capaces de ayudar a las empresas a cambiar la forma en que hacen negocios a través del poder de la realidad virtual. Los interesados tienen que pagar una cuota anual de 180 dólares.
La realidad virtual se ha asentado ya en el día a día de las personas para aportar beneficios en campos como la conducción con sistemas como HUD para prevenir accidentes, para reformar y organizar la vivienda o incluso para tratar nuestras fobias como Psico VR.
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