La historia de los auriculares alcanza más de un siglo de vida, sin embargo, no fue hasta 1958, cuando este dispositivo periférico de salida revolucionaría el modo de escuchar música para siempre. Ahora, una nueva versión de estos trasductores ha marcado tendencia en el mercado, dado que suenan, nada más y nada menos, que a través de tu cráneo.
En 1979, nacieron los primeros auriculares para Walkman Companion. Estos dispositivos revolucionaron el concepto de escuchar música de forma portátil, hasta que, en 2011, los primeros Surround 3D MDR- DS7500 llevaron el sonido cinematográfico a los usuarios. Con el tiempo, la sucesión de auriculares iba aunando todas las características potentes de sus predecesores, pero la continua optimización de su diseño convirtió su uso en experiencias totalmente inalámbricas.
Si bien, la tecnología ha dibujado diferentes modelos de auriculares en las últimas décadas, este nuevo dispositivo ha marcado un nuevo hito disruptivo en su historia, a la vez que ha puesto de manifiesto hasta donde ha llegado el sector de la acústica.
Los auriculares de conducción ósea funcionan emitiendo vibraciones directas por medio de nuestro cráneo a modo altavoz, las cuales se transforman en sonido cuando llegan a nuestros oídos internos. Una ventaja añadida con la que los auriculares tradicionales no cuentan, puesto que ayudan a proteger nuestros tímpanos y evitan que sufran cualquier tipo de daño.
Según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), una de las principales causas de pérdida de audición se debe a causas adquiridas por “la exposición a sonidos muy elevados durante actividades recreativas, como el uso de aparatos de audio personales a un volumen elevado durante períodos prolongados de tiempo, o en bares, discotecas, conciertos y acontecimiento deportivos”. Un hecho que propicia que, en los países desarrollados, emerja una “epidemia de pérdida auditiva” a cualquier edad.
Ante esta situación, los auriculares de conducción ósea intentan prever este problema, sin aislamiento, ya que, con ellos, el usuario puede estar atento a otros acontecimientos sonoros que se produzcan a su alrededor, mientras escucha por lo auriculares. Del mismo modo, estos transductores posibilitan tener las orejas libres y utilizarlos mientras se realiza cualquier tipo de deporte o actividad.
Como resultado, los deportistas y las personas con problemas de audición severos han sido los primeros en apuntarse a esta tecnología de vanguardia para poder obtener una mayor calidad de vida. No obstante, otros colectivos excluyen esta opción, dado que, los auriculares de conducción ósea solo están pueden adquirirse por un alto precio y porque, según aseguran diversos expertos, la fidelidad del rango dinámico que alcanzan es menor respecto a la de otros cascos tradicionales.
No obstante, el espectro de modelos es tan grande en el mercado que cualquiera puede conseguir desde unos auriculares BOSE que cancelan el ruido exterior a unos altavoces inteligentes “hands off” que funcionan con Google Assistant.