Hace apenas unas semanas se estrenó en todo el mundo una nueva temporada de la rompedora serie Black Mirror que no hace más que presentar situaciones de una vida futura que, en muchos casos, ya son una realidad. Ejemplo de ello, es la temática del segundo capítulo de esta cuarta temporada dedicado al uso de los implantes cerebrales que permiten controlar desde la salud al estado de ánimo o incluso la ubicación de una persona.
Parece ciencia ficción, pero este capítulo podría ser realidad en menos de los que nos pensamos. O eso defiende Eric C. Leuthard, un reconocido doctor de la Universidad de Washington en San Luis. Este neurocirujano está especializado en operaciones a pacientes con casos intratables de epilepsia a los que debe realizar cirugía con electrodos implantados en su córtex mientras los ordenadores agregan datos sobre patrones de activación neuronal que preceden a sus ataques.
De ahí que haya llegado a plantearse este tipo de ideas: "Me parece muy interesante que en el futuro siempre salgan coches voladores. Captaron el componente distópico: hablan sobre biología, los replicantes. Pero obviaron grandes trozos del futuro. ¿Dónde estaban las prótesis neuronales?".
Leuthardt, en su estudio, empezó a diseñar tareas para los pacientes. Después, analizó sus señales cerebrales para ver qué podía aprender sobre cómo el cerebro codifica nuestros pensamientos e intenciones, y cómo esas señales podrían ser utilizadas para controlar dispositivos externos. Con ellos, surgen preguntas como: ¿Los datos a los que tenía acceso eran lo suficientemente robustos como para describir el movimiento previsto? ¿Se podrían escuchar los monólogos internos de una persona? ¿Sería posible decodificar la cognición en sí?
Los resultados de sus investigaciones han servido al doctor para desarrollar otra faceta: la de escritor. En su primera novela, RedDevil 4, el 90% de los seres humanos eligen implantarse hardware informático directamente en el cerebro. Esto permite una conexión perfecta entre las personas y los ordenadores, y una amplia gama de experiencias sensoriales sin salir de casa.
El neurocirujano es consciente de la peligrosidad de estas intervenciones, pero su comprensión del cerebro le ha dado una visión clara de sus limitaciones inherentes y el potencial de la tecnología para superarlas.
Con este tipo de alegaciones, capítulos como Arkangel, planteado por Jodie Foster en la cuarta temporada de Black Mirror, asustan por lo reales que pueden llegar a ser. Según Leuthardt, podríamos llegar a controlar con el cerebro el ordenador, controlar la temperatura de nuestro hogar o apagar y encender las luces fácilmente, solo con el uso de nuestros pensamientos.