Estos códigos están creados para facilitar la movilidad de las personas con discapacidad visual.
El uso de códigos QR ha ido en aumento entre la población española en los últimos años, sobre todo debido a la creciente demanda de smartphones y a la comodidad de acceder a menús en restaurantes, obtener información en eventos, realizar pagos y más servicios, de forma rápida y mediante el escaneo de estos códigos. Su uso varía en función de la edad -los jóvenes son los que más lo utilizan-, la ubicación geográfica -más en entornos urbanos- y el nivel de familiaridad con la tecnología.
Los QR tienen muchas ventajas, pero también algún inconveniente de acceso: por ejemplo, requiere acercar mucho la cámara para escanearlo y no siempre resulta cómodo hacerlo si el código está poco accesible o en movimiento. También pueden surgir problemas si el teléfono no es compatible o no está conectado a la red. O puede haber usuarios que no estén familiarizados con esta tecnología y no sepan cómo escanearlos.
Para facilitar el acceso a esta tecnología para todos los usuarios, una startup ha desarrollado los que denominan “QRs accesibles”: una tecnología creada para facilitar a las personas con discapacidad visual el uso de estas señales. Tienen el aspecto de un QR normal, pero, a diferencia de estos, que suelen ser blancos y negros, son de colores. Y su funcionamiento difiere ligeramente. Estos códigos también tienen que escanearse con el dispositivo móvil y, al hacerlo, ofrecen información sobre la ubicación del usuario y su orientación en tiempo real.
En lugar de dirigir al usuario a una determinada página web, los QR enfocados en la accesibilidad proporcionan la información en audio (suenan dos clics) o en texto: el usuario conocerá su ubicación exacta y la dirección que deberá seguir para llegar a su destino.
Los QR accesibles informan al usuario a través de audio o texto sobre su ubicación exacta y en tiempo real.
Uno de los inconvenientes que se salvan con esta tecnología es el de la distancia, ya que estos códigos no requieren acercar mucho el dispositivo a la imagen que se quiere escanear. De hecho, no hace falta enfocar al código, ya que pueden detectarse a una distancia aproximada de 15 metros. La lectura la realiza en segundos, con gran precisión e incluso aunque haya muy poca luz. El movimiento tampoco resulta un problema, ya que el sistema desarrollado es capaz de detectar los códigos mientras la persona va caminando e incluso varios a la vez, presentándolos de forma cómoda al usuario.
Ubicar este tipo de códigos en puntos de interés como paradas de transporte público, edificios públicos, cruces de calles o museos, permitirá a los usuarios relacionarse de forma más sencilla y accesible con su entorno, y contribuirá a convertir las ciudades en entornos más inclusivos. También podrán ser útiles para guiar a las personas con discapacidad visual en interiores, donde no hay señal GPS y, sin embargo, esta tecnología permite guiarlos dentro de un espacio amplio de forma práctica y sencilla.
Si bien esta solución es muy sencilla y solo requiere que el usuario instale una aplicación en su dispositivo móvil, la tecnología sigue avanzando hacia la inclusión con otras muchas soluciones innovadoras, como las mascotas-guías que funcionan con inteligencia artificial.
© Imágenes: Shutterstock.
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