Para ello, se debe distribuir uniformemente el peso, y no sobrecargarlo. También hay que considerar el centro de gravedad y la aerodinámica de la motocicleta ya que, dependiendo del diseño y la ubicación de las maletas, éstas pueden afectar la aerodinámica de la moto, lo que puede influir en la estabilidad, especialmente a altas velocidades y en la seguridad del piloto, que es lo más importante de todo.

Las maletas laterales, por ejemplo, pueden actuar como velas cuando hay viento lateral, haciendo que la moto se sienta menos estable. Además, su ancho lateral puede hacer que sea más difícil maniobrar la motocicleta a baja velocidad, como al estacionarse o realizar giros cerrados. En cualquier caso, siempre es importante seguir las recomendaciones del fabricante de las maletas y de la moto en cuestión con respecto a la carga máxima permitida y la distribución de peso.

Dicho esto, existen varios tipos de maletas diseñadas específicamente para motocicletas, cada una con sus propias características y propósitos.

En términos generales, las bolsas sobre depósito y las bolsas traseras son adecuadas para viajes cortos, mientras que las alforjas y los topcases son ideales para viajes más largos. Las mochilas son versátiles y pueden usarse para otras actividades además de andar en motocicleta, mientras que las maletas y los estuches rígidos ofrecen un alto nivel de protección para artículos valiosos o frágiles. Las bolsas con ruedas son livianas y fáciles de instalar y quitar, lo que las hace perfectas para los más minimalistas. 

Éstas son algunas de las maletas o bolsas más comunes:

Bolsas sobre depósito 

Las bolsas sobre depósito son una opción popular entre los motociclistas debido a su comodidad y accesibilidad. Como su nombre indica, se montan en el depósito de combustible de la moto y se fijan mediante correas o imanes. Por lo general, son más pequeñas y útiles para llevar elementos esenciales como teléfonos, billeteras, mapas y otros artículos pequeños. La principal ventaja de las bolsas sobre depósito es que permiten un acceso rápido y sencillo a los objetos almacenados en su interior. La desventaja es que pueden interferir con el movimiento o la visibilidad del motorista, especialmente si son de gran tamaño o resultar un inconveniente a la hora de repostar combustible.

Bolsas traseras 

Las bolsas traseras son similares a las bolsas sobre depósito, pero en lugar de estar montadas en el tanque de combustible, se ubican en la sección trasera de la motocicleta. Suelen ser más grandes que las bolsas sobre depósito y pueden transportar una cantidad importante de objetos. Se sujetan mediante correas o cuerdas elásticas y se pueden quitar fácilmente cuando no están en uso. Como principal ventaja, estas bolsas ofrecen mucho espacio de almacenamiento y no interfieren con el movimiento ni la visibilidad del conductor. La desventaja es que puede resultar difícil acceder a ellas mientras se conduce.

Baúles superiores o topcases

Los baúles superiores se utilizan a menudo junto con las alforjas y ofrecen espacio de almacenamiento adicional. Están montados en un estante trasero y se pueden quitar fácilmente cuando no están en uso. Están disponibles en varios tamaños y pueden transportar una cantidad importante de artículos. Al ofrecer espacio de almacenamiento adicional son adecuados para viajes más largos, pero, por su volumen, pueden afectar al equilibrio de la motocicleta, especialmente si se cargan de manera desigual.

Alforjas blandas

Las alforjas son otra opción popular para los motociclistas. Estas bolsas se fijan a los laterales de la motocicleta y pueden estar fabricadas con diversos materiales como cuero, materiales sintéticos o plástico duro. Las alforjas pueden venir en varios tamaños y pueden transportar una cantidad significativa de artículos, lo que las hace ideales para viajes más largos. También están disponibles en varios estilos, incluidos los desmontables y atornillables, según sus preferencias. Como con las topcases, su principal ventaja es que ofrecen mucho espacio de almacenamiento, aunque pueden afectar al equilibrio de la moto.

Alforjas duras 

Las alforjas duras son similares a las alforjas blandas, pero están diseñadas para montar en todoterreno. Suelen estar fabricadas de materiales duros como aluminio o plástico y se montan en los laterales de la motocicleta. Por su composición, estas alforjas son resistentes y pueden soportar terrenos accidentados, si bien en ocasiones pueden resultar bastante voluminosas y pesadas, y afectar al equilibrio de la moto. Además, es posible que no sean adecuadas para todo tipo de motocicletas, especialmente aquellas con bastidores estrechos o curvos.

Mochilas

Las mochilas son una opción común para los motociclistas, especialmente para viajes o desplazamientos más cortos. Ofrecen un acceso rápido y fácil a los artículos almacenados en el interior y, a menudo, están fabricados con materiales duraderos. La principal ventaja de las mochilas es que son versátiles y se pueden utilizar para otras actividades además de andar en moto. La desventaja es que pueden causar molestias o tensión en la espalda y los hombros, especialmente si están muy cargadas.

Bolsas con ruedas

Las bolsas con ruedas son una opción popular para los motociclistas que prefieren lo minimal. Estas bolsas están fabricadas con materiales duraderos como PVC o nailon y se enrollan y aseguran mediante correas o hebillas. Por lo general, se montan en el asiento trasero o en el portaequipajes trasero de la motocicleta y pueden transportar una cantidad limitada de artículos. La principal ventaja de las bolsas con ruedas es que son ligeras, fáciles de instalar y quitar y no afectan el equilibrio de la motocicleta. La desventaja es que ofrecen un espacio de almacenamiento limitado y pueden no ser adecuadas para viajes más largos.

© Imágenes: Shutterstock.

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El hecho de disponer de mejores algoritmos de aprendizaje automático (ML), más acceso a datos, hardware más barato y la disponibilidad de 5G han contribuido a la creciente aplicación de la inteligencia artificial en la industria de la salud, acelerando el ritmo del cambio, apoyando a los profesionales médicos en entornos clínicos y en investigaciones en curso, mejorando los resultados médicos y las experiencias de los pacientes.

La IA brinda oportunidades para ayudar a reducir el error humano y brindar servicios a los pacientes las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Las tecnologías de inteligencia artificial y aprendizaje automático pueden examinar enormes volúmenes de datos de salud (desde registros médicos y estudios clínicos hasta información genética) y analizarlos mucho más rápido que los humanos.

Según datos de Statista, se prevé que el mercado sanitario de inteligencia artificial (IA), valorado en 11.000 millones de dólares en 2021, tendrá un valor de 187.000 millones de dólares en 2030. Ese aumento masivo significa que probablemente seguiremos viendo cambios considerables en la forma en la que operan los proveedores médicos, hospitales, productos farmacéuticos, empresas de biotecnología y otras en la industria de la salud.

A medida que las herramientas de IA continúan desarrollándose, existe la posibilidad de utilizarla aún más para leer imágenes médicas, rayos X y escaneos, diagnosticar enfermedades y problemas médicos como cánceres (sobre todo el diagnóstico por imágenes en oncología radioterápica), enfermedades de la piel, patologías del corazón para la prevención de infartos… Y, también, podría implementarse su uso para la creación de planes de tratamiento más adecuados, con un tiempo de respuesta más rápido, una precisión mejorada y mucho más personalizada.

Las organizaciones de investigación sanitaria también están utilizando la IA para el descubrimiento de fármacos, ya que puede ayudar significativamente en la investigación, encontrando fórmulas y diseños de fármacos adecuados y para los ensayos clínicos, ya que analiza a los pacientes adecuados para los ensayos en función de sus registros médicos. Además, también ayuda a analizar las respuestas de los pacientes a los ensayos.

Otra de las aplicaciones de la inteligencia artificial es la automatización de tareas que, aplicadas a este sector, pueden eliminar una parte de la carga de trabajo para que los profesionales sanitarios puedan dedicar más tiempo a otras, tales como la atención al paciente o el análisis de los resultados.

Pero, aunque la IA parezca imparable y de inestimable ayuda a la sanidad, también plantea ciertos desafíos relevantes como para tenerlos en cuenta, tales como la privacidad y el uso de los datos personales de los pacientes, la precisión de los algoritmos, el uso correcto de la tecnología que, en un primer momento, puede resultar compleja de entender, la posible pérdida de puestos de trabajo y el desafío ético ya que, en caso de un diagnóstico incorrecto que conduzca a una circunstancia desafortunada, resultaría difícil determinar la responsabilidad. 

Ante estas inquietudes, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha estado 18 meses deliberando con expertos en ética, tecnología digital, derecho y derechos humanos y varios miembros de los Ministerios de Salud para producir el informe Ética y Gobernanza de la Inteligencia Artificial para la Salud, que identifica los desafíos éticos del uso de la IA en la atención médica, identifica los riesgos y describe los principios de consenso para garantizar que la IA funcione en beneficio del público.

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