“Las carreras STEM son exigentes, pero ofrecen oportunidades laborales inigualables”

Después de que hayan pasado veintisiete años desde que empecé mi carrera de Ingeniería Superior de Telecomunicaciones con veinte años de experiencia laboral, diez años de ellos trabajando en equipos de desarrollo y otros diez gestionando desde Negocio proyectos tecnológicos transformacionales, veo que, aunque el contexto no es igual, todavía debemos trabajar por generar más atracción de talento femenino en este tipo de carreras.

Las STEM preparan para un mundo que está por descubrir. Es cierto que son carreras especialmente exigentes, que cambian la forma de pensar, a las que la mayoría dedicamos años, pero que, una vez terminadas, ofrecen oportunidades y retos muy interesantes.

Además de generar atractivo, el siguiente pulso debe ser la apuesta de las empresas por dar oportunidades al talento y reconocerlo. El caso más cercano y del que mejor puedo hablar es el de Mutua, una compañía que actualmente está desarrollando uno de los planes de transformación IT más ambiciosos del panorama empresarial de nuestro país. Algo que no decimos solo nosotros, sino que desde fuera también se refuerza con diferentes reconocimientos como el que acabamos de recibir sobre el proyecto de reconocimiento biométrico por voz de nuestros clientes en los Platinum Contact Center Awards, que hemos podido acometer gracias al equipo de Telefonía de Mutua. Este plan cuenta con 92 iniciativas que son, no simplemente ejecutados sino también liderados por mujeres, muchas de ellas ingenieras y es que en Mutua representamos un tercio del total de los ingenieros.

Aun así, la realidad sigue estando lejos del caso Mutua. La presencia de la mujer en las carreras STEM debe incrementarse. Por eso, desde hace años colaboro de forma estrecha en STEM Talent Girl, una iniciativa que busca inspirar, educar y empoderar a niñas desde los 14 años para fomentar el talento y las vocaciones científicas y tecnológicas, precisamente para seguir las palabras que indicaba al principio de Curie: debemos ser perseverantes, pero, sobre todo, tener confianza en nuestras capacidades.

Este proyecto, a la vez que inspirador, para mí sigue siendo la muestra de lo despacio que va todo y pone en perspectiva lo necesario que es dar un impulso fuerte para que, desde niñas, encontremos y desarrollemos nuestras capacidades para que el ámbito tecnológico deje de ser mayoritariamente masculino. Porque el futuro está ahí y es un futuro que debe contar con el mejor talento posible para abordar los retos tecnológicos que están por venir.