A menudo tienen apariencia humanoide para moverse con mayor agilidad y realizar tareas de manera más intuitiva. Aunque aún deberán pasar varios años hasta que sean realmente operativos, los augurios son tan halagüeños que todo indica que acabarán compartiendo su vida con nosotros, los humanos, más pronto que tarde. Sobre todo, si van avanzando en tecnología y disminuyendo su precio.

En la actualidad, los modelos de robots mayordomos para el hogar que van diseñándose disponen de numerosas ventajas. Son eficientes, capaces de realizar tareas repetitivas sin cansarse, lo que puede liberar de tiempo y carga de trabajo rutinario a los humanos. Son precisos: la tecnología avanza cada vez más y hoy en día son capaces de realizar tareas con una alta precisión, minimizando los errores. Son versátiles: pueden ser programados para realizar una amplia gama de tareas, desde la limpieza hasta la entrega de objetos, por poner dos de los ejemplos más habituales. Pero también tienen inconvenientes, que, en lo que a los costes se refiere, van desde la inversión inicial para su adquisición, hasta los costes de mantenimiento que garanticen que el funcionamiento siempre sea óptimo.

Entonces, ¿de qué son capaces estos robots “mayordomos”? ¿Cómo pueden ayudar en el hogar? A continuación, repasamos cómo están enfocando algunas de las principales empresas el desarrollo de esta innovadora tecnología.

DeepMind, la empresa de inteligencia artificial (IA) de Google, ha desarrollado un robot humanoide, llamado Mobile ALOHA, que está basado en el sistema ALOHA (A Low-cost Open-source Hardware System for Bimanual Teleoperation) y que es capaz de realizar una gran variedad de tareas, que van desde pasar el aspirador hasta cocinar, poner el lavaplatos y la lavadora, recoger la casa, limpiar las manchas de las mesas, hacer la cama u ordenar las sillas, entre otras. Una propuesta enfocada a que sea el dispositivo quien tome las riendas para desarrollar las principales tareas del hogar.

Por su parte, Apple no ha querido quedarse atrás y está preparando un robot autónomo para el hogar. Está en sus primeras etapas de investigación y lo está haciendo con tecnología basada en IA para ayudar al robot a desplazarse por las estancias y hacerlo capaz de seguir a sus usuarios por todas las estancias. También pretenden que el robot funcione como una especie de herramienta de videoconferencia móvil. Sin embargo, todavía está por saber qué funcionalidades incorporará para su uso doméstico, aunque cuenta a su favor con que podrá integrarse con Siri, el asistente virtual.

Boston Dynamics, empresa pionera en robótica responsable de robots ágiles similares a animales, ha mostrado su perro robot Spot recogiendo ropa. Flippy, de Miso Robotic, lleva años dando vuelta a las hamburguesas. Más recientemente, Amazon presentó su propio robot mayordomo, Astro, capaz de moverse de forma autónoma por la casa gracias a la visión artificial. Con esta tecnología, el robot es capaz de decidir a qué zonas puede acceder y a cuáles no, aunque en un principio, su uso principal sería la comunicación y vigilancia remotas.

Más allá del hogar, encontramos robots humanoides con habilidades cada vez más desarrolladas y capaces de realizar movimientos naturales.

Siguiendo con Amazon, esta empresa busca la mejor solución para integrar los robots en la logística. Así, está usando un prototipo de robot creado por Agility Robotics, que es bípedo, de 1,75 metros de altura y capaz de mover paquetes y levantar objetos de hasta 16 kilogramos. Este robot, llamado Digit, ya se está probando en los almacenes de Estados Unidos.

Por su parte, Tesla presentó a finales de 2023 su robot humanoide, el Optimus Gen 2, capaz de realizar movimientos avanzados como sentadillas o incluso bailar. Tiene un aspecto similar a un ser humano con una altura de 1,73 metros y un peso de 57 kilogramos. Hace unos meses, Elon Musk aseguraba que estos robots eran capaces ya de realizar tareas de fabricación sencillas en el laboratorio de la empresa de automóviles y que su intención era ir implantándolos a lo largo de toda la cadena de producción a lo largo de los próximos años.

Es evidente que estamos en los albores de una tecnología capaz de sustituir a las personas de carne y hueso en sus tareas más arduas, tanto en el hogar como en las empresas. Y gracias a los avances en inteligencia artificial, aprendizaje automático y conectividad IoT, estos robots serán cada vez más inteligentes y autónomos. Serán nuestros próximos compañeros de piso con obligaciones domésticas.

© Imágenes: Shutterstock.

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Apple fue la compañía pionera en incorporar la biometría en el uso de sus dispositivos, primero para desbloquear el iPhone 5S con la huella dactilar y, más adelante, con el reconocimiento facial (Face ID). A estas soluciones, actualmente se suman muchas más, como el reconocimiento de voz o el escaneo del iris.

Estos son ejemplos de cómo la biometría ha dejado de ser asunto de la ciencia ficción para formar parte de nuestro día a día y ser capaz de identificarnos entre cientos de miles de personas. Y, además, con mayor seguridad que las contraseñas y los PIN a los que estábamos habituados, ya que éstos se pueden robar, mientras que es sumamente difícil robar un identificador biométrico, como una huella digital o un escaneo del iris. Esta combinación de seguridad y conveniencia significa que la tecnología biométrica seguirá creciendo en los próximos años y los sistemas de seguridad biométrica se volverán cada vez más comunes.

La tecnología biométrica funciona con un sistema de identificación o autenticación que recopila muestras biológicas, extrae características únicas de la persona y las convierte en datos digitales. Estos datos se utilizan para identificar y autorizar a una persona mediante el sistema de reconocimiento en función de diferentes plantillas disponibles. 

La biometría se puede dividir en dos tipos: a) Según las características físicas y b) Según las características de comportamiento.

Las características físicas incluyen huellas dactilares, huellas de palmas, ojos (retina e iris), olor corporal, piel del rostro, poros de la piel, ADN, vasos sanguíneos, texturas de las manos, etc. Se las conoce como modalidades biométricas. Por su parte, las características de comportamiento incluyen reconocimiento de voz, expresiones faciales, firmas, forma de caminar, patrones de pulsación de teclas, estilo de escritura y más comportamientos únicos.

Los avances de la biometría para la identificación, autenticación y autorización han llevado a la adopción a gran escala de esta tecnología. De hecho, algunas modalidades, como el ADN, ya están siendo utilizadas por organismos encargados de hacer cumplir la ley en todo el mundo. Sin embargo, debido a las restricciones técnicas y los altos costos operativos, todavía no son comunes.

¿Cómo es el futuro de la tecnología biométrica?

En un mundo que avanza rápidamente, hemos visto más avances tecnológicos en los últimos años que en el siglo pasado. Lo mismo ocurre con la tecnología biométrica. De hecho, se espera que el mercado de la biometría alcance los 3.600 millones de dólares en un par de años y este crecimiento prometedor muestra que la tecnología biométrica es el camino hacia el futuro y, en los próximos años, veremos más avances en la tecnología y su adopción.

En resumen, la autenticación biométrica es una forma eficaz de proteger los datos y los dispositivos digitales y proporciona un mayor nivel de seguridad y comodidad que los métodos de autenticación tradicionales. De hecho, se está volviendo cada vez más integral en la forma en que llevamos a cabo las tareas diarias, nos demos cuenta o no: seguridad en los aeropuertos, acceso al móvil y autenticación, banca, aplicación de la ley, asistentes del hogar como Alexa, Google Home o Siri, acceso a edificios... 

De hecho, Mutua Madrileña está a la vanguardia en esta tecnología: la implementación del reconocimiento biométrico por voz ha permitido a la compañía mejorar la experiencia del cliente en sus contactos a través de teléfono.

A medida que avancemos, el uso de la biometría seguirá creciendo y se convertirá en algo natural para muchos de nosotros a la hora de acceder a una gama de productos y servicios que integramos a diario.