Según datos del INE, cada español gasta una media de 136 litros de agua por día. Una cifra alarmante, aunque reduce en siete litros los datos registrados en el anterior estudio realizado en 2016. Con pequeños gestos cada día se puede optimizar el gasto del agua. El último ejemplo es el proyecto Smart Stone, que permite gestionar el uso de agua del inodoro.
Esta iniciativa recibe su nombre por la forma del dispositivo. Smart Stone es un elemento parecido a una piedra que se introduce dentro del inodoro y va gestionando el uso del agua a través de la contabilización del tiempo que el usuario pasa sentado.
Smart Stone parte de una premisa defendida por su CEO, Ivan Kim, quien indica que prácticamente un 24% del agua que se consume en una casa estadounidense es la del inodoro. Con Smart Stone se podría ahorrar hasta un 10% de ese gasto total de agua en un hogar.
Su funcionamiento es muy sencillo ya que, a parte del dispositivo central, cuenta con un conjunto de otros más pequeños que se reparten tanto dentro como fuera de la cisterna de tal forma que actúan de forma coordinada: existe un sensor que detecta las vibraciones y los sonidos, también dispone de un tapón para una botella de plástico PET que se colocará dentro de la cisterna y se conecta al resto de su mecanismo.
En la botella de plástico se almacenará agua, que se utilizará o no dependiendo del objetivo de la visita al servicio. Los sensores diferencian la actividad dependiendo del tiempo que el usuario esté sentado en el inodoro y, si es poco tiempo, deducirá que solo ha orinado. En ese caso, Smart Stone bloquea el agua de la botella de plástico que hay en el interior de la cisterna, ahorrándola para futuras ocasiones.
Ambos sensores se comunican entre sí mediante Bluetooth, y su batería es capaz de durar hasta seis meses, según Ivan Kim. Puede cargarse fácilmente con un cable microUSB en cuestión de dos horas, así que en teoría la carga no tendría por qué afectar al uso diario del sistema.
Su creador, además, insiste en la capacidad de Smart Stone de ofrecer datos que son especialmente importantes en lugares como residencias de ancianos y hospitales donde el control del uso del esfínter es necesario para determinados tipos de pacientes. Aunque la realidad es que hoy en día las cisternas de los inodoros ya tienen opciones con las que se optimiza el gasto y el uso de Smart Stone debería aplicarse solo a antiguos inodoros.
El agua se mantiene como una de las prioridades medioambientales. Además de Smart Stone, el consumo del agua ya se controla en ciudades como Gandía que gestiona todo el consumo de la ciudad de forma inteligente o a través de pequeños gestos como el control de la ducha a través del Smartphone con Livin Shower.