Una de las grandes novedades que trajo consigo el mundial de Rusia, además del VAR, es el GPS para los jugadores. El deporte cada vez está más volcado en el cuidado de los deportistas de élite para evitar problemas de salud y los GPS incorporados a ellos permiten hacer mediciones de diferentes puntos del sistema.
Aunque no haya recibido tanta relevancia en medios como la aprobación del VAR, como medida de apoyo al arbitraje, sin duda de cara a los jugadores el impacto del GPS es mucho mayor. Esta tecnología ya se usa actualmente. La empresa Catapult Sports en el 2000 utilizó el primer prototipo y, actualmente ya trabajan con esta solución 100 equipos de fútbol, 19 de fútbol americano y 18 franquicias de baloncesto en Estados Unidos.
En sus inicios, el uso estaba centralizado en los entrenamientos y focalizado solo en la mejora del rendimiento de los jugadores. Eso cambió en 2015, cuando la IFAB, la Asociación Internacional de Fútbol, aprobó su uso también en partidos oficiales. Como dato curioso, el primer partido en el que fue utilizado fue en el último mundial de fútbol femenino.
En el recién celebrado Mundial de fútbol de Rusia, fue Brasil la selección que sirvió como prueba piloto para la empresa STAT Sports con el sistema de rastreo GPS llamado Apex.
Esta tecnología ofrece muchas posibilidades de medición. Gracias al acelerómetro se puede saber la cantidad de aceleraciones durante el partido, conocer los cambios de ritmo y dirección, la distancia realizada y hasta cuantos golpes ha recibido el jugador. También puede incluirse un estudio cardiaco.
Esta información bien utilizada puede ser de vital importancia para los entrenadores que tendrán una capacidad mayor para gestionar los cambios, evitar lesiones o conocer el estado de forma de sus jugadores en todo momento. El sistema puede suponer un ahorro en costes al poder evitar lesiones gracias al cálculo de la acumulación de trabajo en cada jugador, por lo que se evita el sobreesfuerzo, un tema especialmente sensible sobre todo a final de temporada.
El GPS es un ejemplo de toda la tecnología relacionada con el deporte. En Japón han pasado directamente a trabajar sobre la piel artificial para medir el ritmo cardiaco, si bien las limitaciones eran mayores que las del GPS el formato podría ser más práctico y quizás si se desarrollará, podría usarse este formato con la tecnología del chaleco GPS.
Aunque el deporte es una experiencia en sí y existe tecnología que traspasa las barreras de la física para incluso, poder trasladar a los espectadores cómo se siente cada jugador en cada momento del partido a través de la tecnología utilizada en los “Smart Stadium”.
En septiembre esperamos el mundial de baloncesto femenino que se celebra en España. Una ocasión, quizás, para conocer alguna novedad aplicada a la salud y el control del esfuerzo de los deportistas.