Mascarillas para hacer deporte, ¿sí o no?

El pasado 2 de mayo el gobierno autorizó las salidas para salir a hacer deporte o, en su defecto, salir a correr. Tras meses de confinamiento, esta medida supuso un alivio para una sociedad que vivía confinada en sus casas. Sin embargo, emergieron varias dudas sobre las medidas a poner en práctica durante la pandemia como, por ejemplo, ¿debo utilizar mascarilla para hacer deporte?

Según recoge el Boletín Oficial del Estado (BOE), el uso obligatorio de las mascarillas para la práctica de deportes individuales no aparece contemplado. Sin embargo, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, señaló más tarde que no era necesario utilizar este tipo de protección siempre que se cumpliera con la distancia óptima de seguridad de entre un metro o dos estipuladas por la OMS.

Una vez se clarificó que las actividades deportivas estaban exentas de esta obligación, muchos runners o deportistas optaron por seguir protegiéndose y, a día de hoy, ha surgido un amplio abanico de productos de protección entre los que elegir, muchos de ellos no homologados como EPI o PS, ni clasificados como FFP1, FFP2 o FFP3.

Por ejemplo, marcas como Lurbel, BRK23, Hanker-Sports o La Sportiva han elaborado mascarillas como productos sanitarios o que establecen diferentes requisitos de la reciente norma UNE 0065/2020. Mientras que el gigante alemán Adidas presenta mascarillas deportivas que no son de protección o no cumplen con las normas de calidad de la DIN EN 149, EN143/2001 y la mencionada UNE 0065/2020.

Diversos expertos recomiendan que la población en general utilice mascarillas quirúrgicas para evitar contagiar al resto, pero a la hora de realizar deporte no es la mejor opción. Si la actividad que practicamos es moderada o intensa, este tipo de mascarilla es similar a no llevar nada, dado que no es segura. Por ello, la mascarilla más recomendable es la FFPW sin válvula y lavable.

Asimismo, elegir el modelo no es suficiente, ya que para este tipo de actividades es recomendable que sea también eficaz, cómoda y no provoque molestias al respirar. A este punto hay que añadir que esta protección puede generar agobio, por lo que durante el ejercicio puede generar una posible sensación de hiperventilación, sensación de inoperancia o fatiga, afectando de este modo al rendimiento deportivo.

Por otro lado, es importante que los runners que realicen un recorrido de larga distancia opten por no llevarla, conocer bien las limitaciones de cada fase de la desescalada y acudir siempre que puedan a espacios donde no haya afluencia de personas. Además, hay que tener en cuenta que la distancia de seguridad varía según la velocidad alcanzada durante el trayecto, es decir, por cuestiones matemáticas se determina que el aumento de la velocidad aumenta el número de metros de distancia para que exista protección frente al virus. Una razón de peso para practicar ejercicio lejos de grupos de personas sino se lleva mascarilla.