Los invidentes están a punto de conseguir su máxima independencia gracias a un chaleco inteligente que, siguiendo la misma tecnología de los “ojos” de los coches autónomos, avisa con precisión de los peligros que hay alrededor.
El progreso de la inteligencia artificial avanza en todos los campos y trae novedades que ayudan a mejorar la vida de muchos, especialmente de las personas con discapacidades, como es el caso de los afectados por ceguera que, según la OMS, se estima en unos 314 millones de personas con discapacidad visual en el mundo, de las que 45 millones son ciegas.
Este colectivo ya cuenta con aplicaciones para teléfonos inteligentes que les permiten ganar autonomía o bastones conectados que detectan obstáculos. Ahora, ha surgido un arnés inteligente que ayuda a moverse a estas personas sin miedo a tropezar.
El creador de este novedoso artilugio llamado Biped es Maël Fabien, fundador de la start-up suiza también llamada Biped. Esta especie de chaleco que se coloca encima de los hombros lleva una serie de cámaras 3D infrarrojas en su parte delantera que analizan su entorno con un ángulo de visión de 170º, usando los mismos sensores que permiten a los coches circular sin conductor.
Estas cámaras van conectadas con un 'software' de inteligencia artificial que puede identificar, seguir y predecir las trayectorias de todos los objetos que las rodean en tiempo real, aunque haya poca luz. Y en caso de peligro inminente, el usuario es avisado con unos segundos de antelación mediante una señal sonora, más o menos fuerte según la proximidad del obstáculo: “Cada sonido es diferente para la veintena de objetos que el arnés es capaz de identificar (automóviles, motos, bicicletas…)”, asegura Fabien. La señal se manda a unos auriculares direccionales que le advierten de la posición específica de donde viene ese peligro y Biped recomienda que estos auriculares sean de conducción ósea y conectados por Bluetooth para que no entorpezcan la capacidad del usuario de oír otros sonidos de su entorno.
Otra ventaja que tiene el invento es que funciona incluso de noche gracias a sus cámaras de infrarrojos. Además, tiene una batería de litio de seis horas de duración, es bastante ligero (menos de 950 gramos) y puede dar instrucciones de ubicación conectándose al GPS de un smartphone.
La idea de este chaleco le surgió a Maël Fabien, mientras trabajaba en el hospital oftalmológico de Lausana (Suiza) y era testigo de las dificultades por las que tenían que pasar a diario los invidentes: “Ayudándolos a cruzar o hablando con ellos, me di cuenta de los problemas a los que se enfrentaban cuando tenían que desplazarse y ellos se preguntaban si no había algo más allá de los bastones o los perros guía”, asegura este joven de 25 años experto en procesamientos de audio. De esta forma decidió, junto a su compatriota suizo Bruno Vollmer, especialista en visión, diseñar este arnés inteligente que ha sido desarrollado en colaboración con cinco hospitales y que ya lo han probado 65 personas invidentes. Ambos están de acuerdo en que “no pretendemos reemplazar el bastón o el perro guía, pero vemos el arnés como una buena herramienta complementaria”.
La start-up ha tenido una gran acogida en el último CES de Las Vegas celebrado en enero de este año. Y ahora, aunque se encuentra aún en la fase de prototipo, acaba de cerrar una ronda de financiación de un millón de dólares. Y en mayo de este año ya comienza su fabricación para poder comercializarse en septiembre de 2022 en el mercado europeo y en 2023 en Estados Unidos.
Blog ÓN
Comité de contenidos