Una polipíldora que combina varios fármacos de bajo coste para reducir el riesgo cardiovascular, anticonceptivos inyectables, nuevos resucitadores neonatales, una vacuna que bloquee la transmisión de la malaria, la comunicación vía smartphone entre médico y paciente para tener bajo control las enfermedades crónicas... son algunas de las 30 innovaciones en salud seleccionadas por 50 expertos internacionales (de entre más de 500 proyectos iniciales) con mayor potencial para salvar vidas en los próximos 10 años.
La iniciativa partió en 2015 de PATH, (Organización no lucrativa internacional y líder en innovación en salud global) y contó con el respaldo de la Agencia Noruega de Cooperación para el Desarrollo, la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional y la Fundación Bill & Melinda Gates.
El programa Reimaginando la Salud Global” 30 Innovaciones de Alto Impacto para Salvar Vidas sigue su ritmo para que los ambiciosos objetivos sanitarios se hayan cumplido cuando llegue 2030. La agenda se dividió en cuatro áreas: salud materna, del recién nacido e infantil; enfermedades infecciosas; salud reproductiva; y enfermedades no transmisibles.
Steve Davis, director general y consejero delegado de PATH, aseguró que “la innovación es el ingrediente esencial para empoderar a las comunidades con soluciones que pueden utilizar para transformar su propia salud. Y para lograr los objetivos de salud de 2030 debemos centrarnos en nuestras mentes más brillantes, recursos colectivos y aspiraciones compartidas para acelerar las innovaciones con el mayor potencial de impacto”.
Y, entre todas las propuestas, destacan dos por su potencial de impacto para evitar muertes: una herramienta para la potabilización del agua a pequeña escala (dispositivo Zimba, que se monta sobre una bomba de mano capaz de potabilizar hasta 8.000 litros de agua con una sola recarga de cloro y sin usar electricidad) y un poderoso antiséptico (clorhexidina) para prevenir infecciones fatales en recién nacidos. Eficaces, seguras y de bajo coste, el uso masivo de ambas podría salvar 2,5 millones de vidas de bebés y niños.
En el apartado de las enfermedades infecciosas, Mark Dybul, director ejecutivo del Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria, aseguró que para acabar con las epidemias de estas enfermedades hay que acelerar el progreso utilizando enfoques innovadores.
Así, se está trabajando en el desarrollo de vacunas de una sola dosis para malaria, un multifármaco para recortar el tratamiento de la tuberculosis y antirretrovirales para los afectados de VIH de acción prolongada de forma que solo haya que ponerse una inyección cada dos meses en vez una toma diaria oral. Así se logra la adherencia a los tratamientos más fácilmente.
En la lista de las 30 innovaciones en salud también destacan: un sistema de taponamiento con globo uterino para controlar el sangrado en el parto (principal causa de muerte materna), anillos vaginales anticonceptivos de un año de duración y colocados por las mismas mujeres para ayudar a la planificación familiar y, para las enfermedades no transmitibles como el cáncer, diabetes, problemas cardiovasculares, etc., se estudia el uso de los smartphones, (tan extendidos en el mundo) de modo que el intercambio de información útil entre el médico y el paciente fomente los buenos hábitos y gestione mejor las enfermedades crónicas.
Lo que está claro es que la comunidad científica está volcada en ofrecer las máximas mejoras posibles para conseguir dar solución a problemas de salud. Aunque no todo depende de ellos. En cada uno está el compromiso de cuidar su cuerpo y mente con soluciones del día a día como practicar deporte, ya que levantando pesas se previenen las afecciones de corazón, evitar sustancias como el tabaco para reducir el riesgo cardiovascular o comer de forma saludable con soluciones como CoCo App.
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